lunes, 17 de enero de 2011

LA LLEGADA DE COLÁS.


Hoy me apetece compartir estas fotos de hace unos añitos. Arriba, podeis ver a Colás el mismo día que llegó a nuestras vidas. Estaba abandonado y, aunque yo no quería tener animales en casa, tras la insistencia de mi Pedro, accedí a adoptar a Colás porque me recordaba a un gato que tenía mi abuelo, un gato que era superbueno y rubio como Colás.

Muchos recuerdos de mi abuelo se me han desdibujado en la memoria, pero hay uno que permanece intacto. Cuando comíamos juntos, en el pueblo, mi abuelo buscaba mi complicidad para dar a escondidas algo al gato naranja que esperaba debajo de la mesa, todo sin que mi abuela se enterara, en secreto, con risitas y guiños de por medio. Aquel gato siempre andaba haciendo zalamerías y permanecía, fiel, durante horas, sentado junto a los pies de mi abuelo. El día que mi abuelo murió, daba vueltas alrededor de su cuerpo, notando su ausencia, maullaba mucho, con desesperación, y después, sabiendo que él ya no iba a regresar, cogió marcha, salió por el patio y ya nunca más volvió. Así que hoy, quiero rendir homenaje a aquel gato sin nombre, que quería tanto a mi abuelo y que me hace ver, de nuevo, los recuerdos que guardo en mi mente, trozos de mi vida junto a él. No dejo de preguntarme que fue lo que le pasó, y espero que sus días terminaran lo mejor posible.
¿Qué os parece Colás?.

14 comentarios:

El árbol que nunca dió manzanas dijo...

En mi familia somos aficionados a los perros, aunque no despreciamos la compañía de cualquier bichito que se quiera acomodar a nuestro lado.
Cada uno de los animales que han pasado por mi hogar ha dejado salpicada mi vida de recuerdos, sonrisas, experiencias nuevas, fidelidad y finalmente, tristeza al ver como se iban...
Hemos tenido gatos de todos los colores pero hubo uno pardo que recuerdo con especial cariño ya que aún siendo macho trajo a sus crías a casa para que nos conocieran, les enseñó dónde estaba la comida y se pasó la tarde jugando con ellos en el jardín...para que luego digan que no hay instinto paternal entre los animales...
Seguro que Colás actuaría igual, se le ve buena gente jajaja

Ali

Lorena dijo...

El árbol que nunca dió manzanas: Sí, Ali, si, es muy buena gente. Preciosa tu historia, como todas las que nos cuentas, gracias por compartir el amor felino y canino, porque, a veces, no hace falta que un ser vivo hable, sientes que les quieres, sientes que te quieren, y no existe más diálogo que el de los sentidos.

Paulittta dijo...

Jo, es monísima!! Así cualquiera se prenda de ella!!
Qué bonita historia la de tu abuelo y el gato!
bessisssss

Cominolas dijo...

La primera foto es super tierna. No me extraña que te lo quedaras con esa carita. Para decir ¡adoptame! no hacen falta palabras.

Lorena dijo...

Paulitta: Pues si, es y era para comérsela, hace la vida mucho más dulce. Un besote.

Cominolas: ¿Has visto?,era difícil no caer en su embrujo...y como era difícil, caí, jajajajaja

carmen dijo...

Entrañable las vivencias con tu abuelo, que bonitos recuerdos. Los mios con una de mis abuelas también son preciosos yigualmente entrañables, me gusta recordar con cariño. Anda que no sabe ni nada Colas, mira donde está puesto. Mis recuerdos de los gatos (ya te lo he dicho alguna vez)que teníamos en casa, no son asi de bonitos.
Besicos.

Lorena Renau dijo...

Al ver la primera foto he soltado un aiiii pensando que era el hijo de Colás, después ya he visto que no, qué mono el gatito, andan perdidos el primer día en casa verdad? Los míos se escondían los primeros días hasta que cogían confianza. Dicen que los gatos se marchan cuando saben que no los van a poder cuidar bien, quizás por eso se marchó el de tu abuelo, a nosotros cuando nació Leia se nos fue uno, el más cariñoso por cierto, se fue y ya no ha vuelto, debió irse porque no lo pude cuidar igual que cuando Leia no estaba, espero que esté bien. Qué bonitos los gatos naranjas o rubios!

Lorena dijo...

Carmen: Es que los abuelos dejan huella en la vida de los nietos. Y bueno, si, recuerdo que me contastes la historia de los gatos en tu casa. Un besito, ¿van bien los ánimos?.
Lorena: No sé porque se marchan, pero yo creo que aquel gato se fue porque sabia que el que lo retenía en esa casa ya se habia marchado antes.
Colás no tiene hijos, ni novio, ni nada, nos tiene a nosotros como padres, jajajajajaja

Silvia - Desenredando el hilo rojo dijo...

Guapísimooooooooo! Colás es guapísimo!! Y la historia con tu abuelo preciosa.

Lorena dijo...

Silvia: ¡Gracias de su parte!, la historia es un recuerdo precioso que me dejó. Besitosss!!!

Lorena Renau dijo...

Si Colás algún día por un casual quiere algún novio, amigo o lo que sea, yo tengo a un montón de gatos dispuestos a todo, jaajja. Qué bonitos son!

Lorena dijo...

Lorena: ¡Qué casamentera, Lorena!, Colás tiene amistades varias en Valencia, porque mi suegros viven en el campo y por allí hay varios gatos como Miliano, Rosendo...pero nada,le caen todos mal, ¡quiere seguir siendo hija única!,así que si algún día le apetece tener novio te aviso, pero me da que no me va a hacer esa petición, jajajajaja

Perico dijo...

Me acuerdo perfectamente de cuando la cogí y cabía en la palma de mi mano. No paraba de maullar. Por cierto, ahora mismito la tengo aquí al lado acicalándose, para variar. Nos ha salido presumida hija :)

Besos.

Lorena dijo...

Perico:Sí, es muy coqueta, hijo:)