viernes, 10 de diciembre de 2010

ALBUFERA.


Siempre digo que los mejores atarderes son los de la Albufera. Cuando el sol empieza a esconderse y tiñe de una luz más íntima todo lo que rodea ese momento. Entonces, si ese instante te encuentra en un embarcadero junto a este marecito de agua dulce y salada, puedes considerarte un privilegiado/a por poder disfrutar de uno de los más hermosos espectáculos que la naturaleza nos ofrece.

Este parque natural protegido desde 1986, es una de las zonas húmedas más importantes de este país, lo tenemos aquí, casi al ladito, y merece la pena acercarse para pasar el día entre barracas, paseos en barca y aves migratorias.

Esta vez, estuvimos acompañados por Jorge, Leo y Eric, que con sus 9 meses nos tuvo a todos encandilados. Se portó muy bien durante todo el día y fue el centro de atención cuando llenaba todos los espacios con su sonrisa.

En el trayecto en barca, siempre nos adentran en alguna zona más estrecha del humedal donde se pueden apreciar de cerca los ánades, de todas las clases y colores, hay también garzas, gaviotas...han sido registradas más de 350 especies de aves. Un paraíso para los ornitólogos y para los aficionados, como nosotros. Su valor ecológico es enorme ya que aquí, se refugian especies en peligro de extinción, como el Fartet o el Samaruc.
Cerrar los ojos y dejarse llevar por los sentidos es algo fascinante. El sol, la brisa, el olor peculiar, los sonidos, el desplazamiento lento de la barca, los peces que saltan, todo te envuelve de un modo inexplicable para hacer de cada segundo algo único, algo para recordar.

Cada rincón tiene un encanto, es de esos lugares en los que, mires donde mires, ves una buena foto. El agua cambia de tonalidad al ritmo que marca la luz, y en el mismo punto, a distintas horas, el lugar puede parecer completamente diferente. Es un espacio lleno de vida y también, de arroz, que no hay que olvidarlo.

Los barqueros te recuerdan siempre que este escenario se utilizó para rodar "Cañas y Barro", famosa novela de Vicente Blasco Ibáñez. Durante la primavera de 1902, el escritor, frecuentó el lago tomando notas y apuntes, creando de este modo su obra a base de piezas arrancadas a la propia vida. Lo único que recuerdo yo de esta serie, fue que ahogaban a un niño entre las cañas de la Albufera. Ese momento se me quedó grabado a fuego. No recuerdo más, porque la primera vez que se emitió fue en el año 78, yo tenía dos años, así que supongo que se volvió a poner en la tele alguna vez más, porque si no, estaríamos hablando del primer recuerdo de mi infancia, ¡y vaya recuerdito!. Para quien le interese, en la novela se narra la historia de una familia que vive en la Valencia rural de principios del S.XX, pescadores reconvertidos en arroceros, y su necesaria adaptación a los cambios sociales, así como las relaciones personales que mantienen entre ellos y el resto de la comunidad. La serie se puede ver entera en internet, lo acabo de descubrir.

Todos los puntitos negros que se ven en la foto de arriba, son pajaritos, de todas las clases, formas, tamaños,colores, que viven tan tranquilos, siendo los dueños y señores del territorio, a sabiendas de que estando ahí, nadie les va a pegar un tiro.
Siempre que veo un pato, me acuerdo del que me tocó comer en Alaska, que aún me está doliendo...teniendo en cuenta que allí se pesca y se caza como subsistencia, intenté pensar que era muy sostenible la comida que se me ofrecía, y agradecí tener un plato sobre la mesa, pero no me olvido de la sensación de comer pato, que sé que no es nada del otro mundo, pero a mi me impresionó un montón, fue un shock mi encuentro con todos esos huesecitos.

La foto de arriba es una muestra de como la luz obra milagros sobre las aguas del humedal. El cielo se refleja, el agua brilla, el entorno se transforma en un rincón tremendamente romántico, ¿no os parece?, ¿o sólo lo veo yo?.

No me bañaría yo en estas aguas de fango, con tantas anguilas como acogen, pese a que la profundidad es de un poco más de un metro, pero tan sólo imaginar que me pueden rozar las piernas estos peces largos, uys, ¡me dan escalofríos...!. Eso sí, me montaría en un kayak y me daría largos paseos entre las cañas, buscando los refugios de las aves más exóticas, limpiando la suciedad que, a veces, se acumula en alguno de sus rincones, para al terminar, dejarme caer por El Palmar, a comer un arrocito valenciano. Después, dar un paseo por sus calles estrechas, entre sus barracas perdidas junto a edificios más altos y modernos. Una de las cosas que descubrí el otro día, es que me gustaría vivir en una barraca, ya veis que antojos la invaden a una...y una vez más, el refran ese de: "nunca te acostarás sin saber algo más", cobró sentido, porque ahora, sé algo más de mí misma.
¡Feliz finde!.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Holaaaaaaaaa!
Las fotos me han transportado allí una vez más.
Mu xulas!
Hablando de otra cosa: Hoy ha llovido y me ha pillado con la colada tendida en la calle ¡cachis!
Espero ansiosa un post sobre el Dr. Dryer
Menudo día completito!!!!!!!!!!!!
Leo

Lorena dijo...

Anónima Leo: Así me gusta, que viajes en el tiempo y en la distancia. Luego te mando las fotitis que estais muy guapos. No os he puesto porque sale el crío y no me gusta colgarlos en internet.
En cuanto a la colada, tienes que hacer como la señora de El Palmar que ataba el tendedero a la ventana, en vez de eso atar un plástico para que no se moje si el día está medio nublado...así al menos estás más tranquila si te pilla fuera de casa.
El Dr. Dyer nos gustó mucho y dió lugar a una interesante conversación matrimonial de dos horas, jajajaja...sólo vimos la primera parte del cd 1, aún nos queda un poco por seguir viendo. También tengo que reconocer que yo sigo siendo más de Osho, pero el Dr. Dyer es muy interesante y me ha sorprendido, que como tu padre, pensaba que iba a ser un tostón. Muy recomendable. Besotes, especialmente a Eric.

Alicia dijo...

Oh! Qué bonitas fotos! Yo también lo he visto muy romántico todo... y os he visto a Pedro y a ti paseando cogidiots del brazo por ahí. Qué bonito es el amor y qué bien se os ve! Besitos

Lorena dijo...

Alicia: Tienes que ir un día por allí con Martin, si quereis os acompañamos, ¿lo conoce?, le gustará mucho. Besotes!

carmen dijo...

Que bonito es el amor cuando se es jovén, todo se ve de otra manera, cuando te haces mayor aunque se aprecian las cosas, pero ya no es lo mismo, asi que disfrutad. La albufera es preciosa, con José Luis no he ido núnca, pero creo que estaría bien ir un dia y dar n paseico en barca,luego comer un arrocico, habrá que pensarlo aunque yo lo pensaría poco, mejor dicho ya lo he pensado, asi que me apunto, jajaja.
En cuanto a la serie de Cañas y barro, yo si que la vi y también tengo grabada la escena del niño, menos mal que no lo pienso, fue horrible.
Bueno guapa seguir disfrutando de todo lo que hacéis tan bonito.
Un besico.

Lorena dijo...

Carmen: El amor es bonito siempre, Carmen, cada época a su manera. Ya sabes lo que hay que hacer, animar a José Luis e ir a pasar el día por El Palmar. Merece la pena y está muy cerca. Besicos!!!

Aniwiki dijo...

Siiii, las fotos son super chulis, me han encantado y el amor también es muy bonito :) Yo también me apunto lo de ir a El Palmar, y comer arrocito, está a la vuelta de la esquina y tampoco he ido. Me pillaba más cerca ir al Delta de l'Ebre pero apuntado que también vamos ahí.
Besiwikis domingueros!

Lorena dijo...

Aniwiki: Al Delta del Ebro aún no he ido ¡y estoy deseando!, ya será para el año que viene, que está a puntito de comenzar...a ver que nos depara. Besiwikis!!!