lunes, 15 de agosto de 2011

CHAWTON(INGLATERRA).


Visitar una plantación de lavanda, fue como sumergirse dentro de una botella de esencia de esta flor. El aroma, delicioso, nos rodeaba, y el espectáculo era realmente digno de perderse en él, y eso que no estaba todavía en su mejor momento.

Son muy comunes los campos de lavanda en Inglaterra, extensas plantaciones con su tienda llena de productos procedentes de las flores de lavanda. Por suerte, cuando visitamos este que veis en las fotos, estaba el almacen cerrado, que si no, me vengo a España con la maleta llena de aromas.

A mi me cae bien la lavanda porque me cura los dolores de cabeza, como lo leeis, cuando me siento rondar el principio de una jaqueca, ya ando calentado mi saquito relleno de esta flor, y me pone las pilas en un periquete. Tiene propiedades analgésicas, antidepresivas, antisépticas, bactericidas...y no sé cuantísimas más.

El caso, es que ahí nos teneis posando, como dos flores, que mi primo Fernando decía que iban a ser fotos para enmarcar, y solo por eso voy a colocar alguna presidiendo el salón de casa, por los buenos recuerdos que me trae. Un paseo por un campo de lavanda y renaces, sales perfumada, te estruja los sentidos y hace flotar en el aire tu propia esencia. Una explosión de sensaciones para la vista, el olfato y el alma.

Como veis en la foto de arriba, no soy la única a la que le gustó la visita.

Otro lugar donde nos llevaron Nieves y Fernando, fue a dar un paseo por el romanticismo de los paisajes que inspiraron a escribir novelas exquisitas a Jane Austen, cuya tumba en la Catedral de Winchester visité también gracias a Fernando en un anterior viaje a Inglaterra.

Cuando paseas por el pueblecito en el que vivió durante ocho años, entiendes porque fue ese lugar donde nacieron sus obras más importantes. Es un sitio que inspira muchas cosas, así que es fácil imaginar el amor flotando en el aire en un rincón del mundo donde el romanticismo parece apreciarse en cada esquina.
Incluyo en el post algunas citas de la escritora, que para algo se molestó en dejarlas grabadas en papel.
"La mitad del mundo no puede comprender los placeres de la otra mitad".

En Chawton se puede escuchar el silencio, así que imagino que en los años en los que se paseaba Jane por estos paisajes, todavía más. Andando entre "cottages" que aún conservan sus antiguos tejados de paja, con sus ventanas floreadas, es fácil sentirte como "Emma", mi novela preferida de esta escritora. Podía imaginar fácilmente la vida de faldas largas, cortesías, tazas de té en casa de la vecina, miradas eclipsadas de enamoramientos tan profundos como repentinos y rizos de cabello para sellar compromisos matrimoniales.
"Me maravillo a menudo de que la historia resulte tan pesada, porque gran parte de ella debe ser pura invención".

Jane murió joven y se le conocen un par de romances fallidos, uno por problemas económicos del pretendiente, otro porque falleció, el caso es que nunca se casó, y eso en aquella época era de elevada importancia para una señorita. Sin embargo, leyendo sus novelas y su biografía, creo que Jane era una mujer adelantada a su tiempo, llena de sueños, pero con su toque feminista e independiente.
"Las tonterías dejan de serlo cuando son realizadas de forma atrevida por gente con sensibilidad".

Visitamos las tumbas de su madre y de su hermana y confidente, Cassandra. Se encuentran junto a la iglesia donde su padre fue reverendo anglicano.
"No quiero que la gente sea agradable, así me ahorra el problema de cogerles cariño".

La época de Jane era de cortejos. Un hombre ponía los ojos en tí y empezaba la formalidad del noviazgo, casi de inmediato, con intercambio de cartas incluido. A la escritora se le conocieron pocos pretendientes, que no significa que no los tuviera, y también alguna huida tras un compromiso repentino del que se arrepintió al día siguiente, supongo que después de haberlo pensado. Me viene a la cabeza una frase de ella: "Siempre es incompresible para un hombre ver como una mujer rechaza una oferta de matrimonio". En ese momento debió de ser un escándalo, y es que algo de rebelde debía de tener, porque sus novelas son clásicos entre otras cosas por la ironía que emplea para describir las costumbres del momento.

No pudimos visitar el interior de su casa porque llegamos tarde, así que tengo volver porque se me ha quedado eso pendiente, pero al menos, dimos un paseo por sus inmediaciones, pudimos ver el jardín, y admirar los paisajes que se describen en sus libros, que cuando los vuelva a releer ya formarán en mi mente imágenes más concretas.
"La imaginación de una mujer es excesivamente rápida. En un momento salta de la admiración al amor y del amor al matrimonio".

Por último, me viene a la cabeza una anécdota de su casa que leí alguna vez vete tú a saber donde. Cuentan que había una puerta que hacía mucho ruido, chirriaba, tanto al abrirse como al cerrarse, y Jane se negó a repararla porque la ponía en aviso de que alguien entraba y tenía tiempo suficiente para esconder el manuscrito que estuviera escribiendo.
"He sido un ser egoísta toda mi vida, no en teoría, pero sí en la práctica".

Hasta aquí nuestra visita relámpago por Inglaterra, lo que yo definiría como la primera parte del viaje. Ahora queda la segunda, así que, continuará...
"Nadie se queja de tener lo que no se merece".

7 comentarios:

carmen dijo...

Que maravilla los campos de lavanda, me imagino como debisteis de disfrutar estando entre tanta flor, precioso.
Las fotos muy bonitas y lo que cuentas interesante.
Besicos.

Lorena dijo...

Carmen: Si, Carmen, solo hay que ver las fotos, el sitio es precioso,con un olorcito que es una delicia. Besitos!!

Anabel dijo...

Me está encantando vuestro viaje. Besos cordobeses

Montse dijo...

Menudo Viaje!!

Me encantan todas las fotos que pones y como lo explicas!!

Me he quedado intrigada con el recuerdo imborrable del dueño del camping! ja ja

Lorena dijo...

Anabel: Pues a disfrutarlo Anabel, que leerlo es un poco como estar allí. Besotes!

Montse: Ays, un caso el señor "Fransois", es que si no lo ves no lo puedes entender, jajajajaja, besitos bonica!!

Paulittta dijo...

Qué casualidad, Emma también es mi novela favorita!! Me encanta Jane Austen así que muchas gracias por mostrarme todos estos lugares, me ha hecho soñar que estaba dentro de una de sus novelas. Me encantaría ir allí, mientras tanto me quedao con tus fotos y vivencias.

bessiss

Lorena dijo...

Paulitta: Es que Emma tiene un puntito chulísimo, tiene chispita. Me encantó el lugar, es especial, ya lo ves...