sábado, 18 de septiembre de 2010
PRADO.
Hay personas que se cruzan en nuestro camino para abrirnos los ojos cuando empezamos a ver borroso. Virgilio es genial para pararte a pensar. El primer día que lo vi me hicieron gracia sus formas, su modo de quitar importancia a las cosas, con el tiempo sus ocurrencias, completamente auténticas, nos hacían recordarle con una sonrisa en los labios. Me gustaba sentarme a charlar junto a Virgilio, y eso dió lugar a momentos muy emotivos en los que los dos terminamos llorando, él recordando su vida pasada, y yo escuchando todas las barreras que ha conseguido saltar él solito. Su vida ha sido hiperdifícil, y ha superado obstáculos que otras personas jamás hubieran podido dejar atrás. No esconde sus sentimientos, algunos los lleva grabados en su cuerpo, algún tatuaje delata que salió ileso tras superar mil batallas, y que aprendió lecciones que han hecho de él la persona que es hoy. Así que, le dije que, cuando las cosas cambiaran de color en mi vida, pensaría en él, para recordar que todo pasa y que hay que resistir hasta el momento en que de nuevo todo de un vuelco en otra dirección.
Me llevo del Grupo Lobo a esta persona maravillosa, un hombre realmente especial, muy auténtico, sin dobleces, ni lados oscuros, de esos en lo que lo que ves, es lo que hay, que va a hacerme volver a escribir cartas de mi puño y letra, porque Virgilio de ordenadores...va a ser que no. Los ratos junto a él han sido muchos, nos ha hecho reir una barbaridad y ha dejado una huella en mi corazón para siempre. Sin duda, he aprendido más cosas de la vida y sobre todo de lo que se puede conseguir cuando se mantiene firme la fuerza de voluntad.
Prado fue un lobo alfa y sólo teneis que verlo, es un bellezón. Suele encabezar la lista del preferido, aunque en mi caso, para mí es más requeteguapo Sabor, sobre gustos, colores. Nació en el centro en 1996.
Mi primer recuerdo con Prado es su gruñido cuando me acerqué, me enseñó los dientes, porque en general no le gustan las chicas. Eso lo fuimos trabajando, hasta que conseguí sentarme a su lado y que tolerara mi presencia, al final, creo que ya le gustaba un poquito y todo.
Llegó el momento de la despedida y esta vez me costó. Dediqué el último día a deleitarme en la observación de las pequeñas cosas que me rodeaban, para tomar conciencia de que mi tiempo junto a los lobos estaba llegando a su fin. Me senté junto al territorio de Prado, esperando que la curiosidad le animara y se dejara ver, porque lo que está claro es que él me tenía controladísima, todos los lobos controlan absolutamente lo que sucede alrededor de su terreno.
Se puso a llover a cántaros, así que Pedro y yo nos pusimos chubasquero de cuerpo entero y salimos a dar un paseo, a perdernos entre robles y alcornoques, a despedirnos. Me gustó que lloviera el último día. De nuevo, Faia, que fue la primera loba que nos recibió, se convirtió en la última que nos despidió. Pasamos unos momentos junto a ella inolvidables, y con eso nos quedamos, fue un final perfecto.
Hasta aquí el paso por el centro de recuperación del lobo ibérico. El viaje continua, porque tratándose de un viaje homenaje a Félix, sólo puede terminar en un lugar que supongo sospechareis lo que sepais un poquito de él.
He aprendido que nos parecemos mucho a los lobos, quizás tanto, que a algunos eso, les asusta. He conocido a la loba que vive en mí, yo le digo a mi Pedro que soy una alfa, aunque también tengo algo de Omega, quizás ni una cosa, ni la otra, quizás estoy enmedio del escalafón y sea un Beta. El caso es que, una loba vive en mi, una loba que ha empezado a formar su manada, muy bien estructurada. He aprendido a aullar con cierto estilo, y como los indios amerindios, siento que los lobos son mis hermanos.
Voy a terminar el post con una frase que no recuerdo de quien es, así que espero que el autor me perdone:
"Espero que lleguemos a aceptar a los lobos por lo que son, en vez de temerles por lo que no son".
Pd: Post dedicado a Sibila y Remo.
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4 comentarios:
Lorena, que muy bien por el reportaje. Me has hecho cambiar el concepto que tenía de los lobos, ya sabes por la mala prensa que tienen, asi que enhorabuena.
Ah y seas Alfa Omega o lo que quieras, sigue contando cosas.
Besicos.
Carmen: Pues es genial que haya cambiado tu concepto, porque ¡ese era el objetivo!, seguiremos en el candelero. Besotes!!!
Hola Lorena, cuanto tiempo sin leerte, ya sabes el verano las vacaciones... Me ha encantado el relato que he leído. Virgilio debe de ser una persona muy interesante con muchas vivencias por lo que cuentas y de los lobos que te voy a decir, que me gustan mucho las fotos que has sacado pero les tengo pánico, no sería capaz de sentarme como tú junto a uno ni aunque me pagaran. Claro que si me pongo a pensarlo sabe Dios la de veces que hemos estado al lado de personas mucho más peligrosas que ellos sin saberlo. Eres estupenda. Un bico grande para tí y Pedro desde este rinconcito del norte.
Belén: ¡Holaaaaaaaaaaaaa!, ¡cuánto tiempo!, me alegro que te haya gustado el post, bueno, en cuanto a los lobos, su instinto es huir del hombre, así que no les temas, ¡admiralos!. Son preciosos. Muchos besitos a los tres!!!!, espero qeu hayais tenido unas buenas vacaciones. Bicos, bicos...
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