viernes, 24 de septiembre de 2010
PUEBLOS VARIOS PALENTINOS.
Cuando las tempestades pasan y sobrevives a ellas, sales fortalecido y llega la serenidad. Cuando eso sucede, cuando se superan los obstáculos, encuentras que algo en ti cambia, que no ha sido en vano porque has aprendido lecciones que te han hecho crecer. Pasados los duelos todo se coloca en su sitio y entonces se vuelve a ver el mundo de colores, se abren los sentidos a la vida, y se disfruta al máximo el hoy. ¡Carpe diem!.
Porquera de los Infantes,es un pueblecito con un encanto peculiar que resulta de la combinación de sus casas medio abandonadas, algunas semiderruidas, conjuntadas con otras meticulosamente adornadas con flores y pintadas con mimo. Las casas más viejas, van perdiendo parte de sus fachadas pero parecen resistirse a desaparecer. Envueltas de silencio, guardan entre sus paredes los secretos de otras vidas de antaño, muchas lluvias, muchos soles, muchas penas y muchos amores. Las cosas que suceden entre las paredes quedan registradas y es fácil dar rienda suelta a la imaginación.
Su iglesia de Santa María es gótica. Me pareció muy romántica, muy especial, aunque no fue ella precisamente nuestro motivo principal para llegar hasta este pequeño pueblecito.
La provincia de Palencia nos dejó impresionados por la cantidad de lugares para visitar que contiene. Cosas muy curiosas y, a veces, si se leen mal los folletos que te proporcionan en las casas rurales, puedes terminar buscando cosas que no existen y que suenan un poco raro. En nuestro caso, sucedió que Pedro creyó leer que en Porquera de los infantes había una piedra con huellas fosilizadas de primates. ¿Cómo llegó a esta conclusión?, no soy capaz de entenderlo.
El caso es que, en la plaza, nos encontramos con un lugareño avispado que nos dió conversación, supongo que con el fin de averiguar que hacía aquella pareja en aquel pueblecito donde la carretera termina y hay que ir adrede. Le contamos que habíamos ido a ver las huellas de los primates, y puso cara de pocker: "¿Y eso está aquí?, "pos" mirarlo bien porque aquí lo que hay es una necrópolis, pero eso de las huellas de los gorilas no lo he oído en la vida". Pensar que hubiera gorilas en Palencia da risa, pero otro tipo de primates no lo veo yo tan descabellado...
El lugareño tenía más razón que un santo y no sé de donde se sacó mi Pedro lo de las huellas, porque confundir un camposanto con unos pies fosilizados...
La necrópolis se encuentra en la entrada del pueblo, casi a orilla de la carretera, totalmente descubierta, sin protección alguna, que digo yo que es una pena que estas cosas no se cuiden más.
Resulta que en la Edad Media, la muerte era algo habitual. Muerte, iglesia, cementerio. Esta Necrópolis de Porquera de los Infantes, es de caracter rupestre, son tumbas excavadas en la roca con forma antropomorfa. Metían al muerto en una especie de sudario, lo introducían en la sepultura, y lo tapaban con tierra o piedras. A veces, enterraban familias enteras en la misma roca como si fuera un panteón. Todos estos enterramientos tuvieron lugar entre los siglos VIII y XI. La verdad es que fue muy interesante ver este peculiar cementerio.
En la fuente de la plaza que se encuentra en la entrada del pueblo.
Este es el Mirador de Valcavado. Allí termina la carretera y se llega al borde de un precipicio. No es apto para personas con vértigo porque hay zonas donde se pisa un suelo en el que se puede apreciar el abismo bajo tus pies. Superé mi terror a las alturas y fui capaz de hacerme la foto que veis arriba. Está situado en el término municipal de Pomar de Valdivia, dentro del Espacio Natural de Covalagua. Es un impresionante balcón natural sobre el hayedo de “Monte Ahedo”, desde donde se pueden divisar hasta 21 pueblos.
Abajo, llegada a San Cebrián de Mudá.
Abajo, podeis ver la Iglesia de San Cornelio y San Cipriano en San Cebrián de Mudá. Esta iglesia perteneció al antiguo monasterio de Aguilar, del Siglo XIII.
Nuestra llegada a Palencia solo tuvo un objetivo, aunque luego, nos encontramos con una provincia asombrosa, llena de contenido, pero nuestro motivo para ir hasta este lugar, no era otro que visitar San Cebrián de Mudá. En este pueblo, el alcalde, después de muchos años de trabajo, ha conseguido reintroducir el bisonte. En la actualidad hay ocho porque uno ha nacido por sorpresa, el primer bisonte español que tenemos desde hace mil años, que fue cuando desaparecieron en nuestro país, ¿no es motivo de celebración?. Los otros siete los trajeron de Polonia. El centro de interpretación aún no estaba abierto, y después de esperar pacientemente dos horas, los únicos bisontes que vimos fueron los de las fotos que rodean el recinto, un chasco.
Volveremos a Palencia, y volveremos con los Ardorines, aunque ellos no lo saben, ni nosotros sabemos que piensan de esto, pero son muy fáciles de convencer. Eso sí, que piensen en hacer marcha en San Cebrián de Mudá, porque cuando vuelva, no pienso moverme hasta que vea los bisontes.
Por último, visitamos Barruelo de Santullán, donde hay una mina en la que puedes entrar, y quien la ha visitado se hace una idea del trabajo duro del minero. Nosotros no llegamos a tiempo por diez minutos y terminamos en el museo de Herminio Revilla, un electricista y un artista. Su mujer nos explicó todas las maravillas que este señor ha hecho con sus manos, todas con sentido, todas con un trabajo increible, sacando del corazón de la madera de un árbol muerto, una figura, la que latía en el interior. Lo recomiendo a quien visite este lugar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que foto mas bonita y pasional la primera jejeje. Mira, estoy por aqui de paso, para que no me eches de menos. Besitos!!
Soy tu querida y amada primita Sandra
Anónima Sandra: ¡Pues esto es la sorpresa del siglo!, ahora si que me has dejado contenta, jajajaja. Te llamo enseguida, besines!!!
Bonitas fotos y bonito viaje. Que interesante lo de los bisontes, no sabía que los hubieran introducido en España.
Desde luego estáis hechos unos buscadores natos de sitios bonitos, y no precisamente del turismo de masas, eso me gusta.
Besicos.
Carmen: Gracias Carmen, la verdad es que un mes da para mucho y bueno, ya está llegando a su fin, para mi gusto queda lo mejor. Tienes razón, huimos de las masas, no podemos evitar irnos al contrario de la multitud, me agobian un poco los sitios turísticos.
Besicos.
No es que seamos faciles de convencer, es que somos facilísimos...Ahora, eso de esperar mucho tiempo, para ver a los bisontes, no se, tendrás que convencer antes a Ardorín, que lo tienes un poco contento con lo de su correo...jajaja
Besos guapa.
Ardorina:No pasa nada, Pero y yo nos quedamos en San Cebrián esperando verlos y vosotros os vais de picos pardos, mano a mano, a hacer lo que os apetezca, porque además, en los bisontes no se puede hablar, hay que estar en silencio, y eso os va a costar mucho, jajajajaja
Ardorín está contentísimo, deseando que le mande muchas más, que es lo que voy a hacer en cuanto tenga un hueco.Besets!
Publicar un comentario