lunes, 15 de noviembre de 2010

LA TIERRA ROJA DE TARA.


Desde niña, cuando estoy llegando a este rincón extremeño, perdido entre sierras, no puedo resistir la tentación de bajar la ventanilla para que el olor a jara, encinas, robles, castaños y alcornoques, lo inunde todo. Una mezcla de esencias naturales, indescriptibles, familiares, me abrazan, hacen que esté enganchada a esta tierra, que no es un sitio más, sino que es mi lugar al que regresar.
Una curva en el camino ilumina mi rostro cuando al tomarla, sé que va a aparecer ante mis ojos este pueblito.

Hemos pasado estos días disfrutando de las pequeñas cosas, esas que flotan en el aire. Volviendo atrás. Fuimos a recoger castañas a "La Ramira". Es algo muy gratificante saber que estás trabajando en la misma tierra que trabajaron las manos de mis abuelos. Esos enormes castaños que nos acogen bajo la sombra de sus ramas, fueron cuidados con mimo, especialmente por mi abuelo, que adoraba a sus árboles, les dedicaba todo su tiempo. A mi esto de la tierra, este amor que siento hacía ella, me recuerda siempre un diálogo de "Lo que el viento se llevó" entre Gerald O´Hara y Escarlata, que decía:
GERALD O´HARA: “¿Pretendes decirme Katie Escarlata O’Hara que la tierra no significa nada para ti?. La tierra es lo único que vale la pena de trabajar, de luchar, y hasta de morir por ella, porque es la única cosa que perdura.”
ESCARLATA:“¡Ay papa!, hablas como un irlandés.”
GERALD O’HARA: “Estoy muy orgulloso de ser irlandés, y no se le olvide, señorita, que usted también es medio irlandesa; y para cualquiera que tenga una gota de sangre irlandesa, la tierra donde vive es como si fuera su madre. Pero tú, eres todavía una chiquilla, también llegaras a sentir este amor por la tierra, siendo irlandesa no hay modo de librarse de el.”

No puedo describir todo lo que significa para mi este pequeño lugar del mundo. Las tierras de mis abuelos están ahí, permanecen, nos hacen regresar, reunirnos, disfrutarlas, aunque ellos ya no estén presentes, algo hace que los sienta cerca.

Lo de coger castañas es muy entretenido, aunque a mi me da dolor de cabeza, y mira que me gusta más que otras actividades campestres que he experimentado, pero eso de tener la cabeza mirando hacía abajo en una pendiente, no está hecho para mis cervicales. Aún así, yo solita cogí cuatro cubos, que para ser primeriza no está nada mal.

Las castañas están protegidas dentro de un "borizo" lleno de pinchos que cuelga del árbol como una bola de navidad. Suele haber tres castañas en cada borizo. Abajo, podeis ver la foto.

Cuando es el tiempo, el borizo cae al suelo y las castañas quedan esparcidas sobre la tierra, y no queda otra que recogerlas y disfrutarlas, claro, que están deliciosas.
Es curioso que tienen el color del otoño, ¿verdad?.

Y abajo, podeis ver "mi pueblo". Ahora tengo dos pueblos, aunque no soy natural de ninguno de ellos, da igual, me los agencio. En este empecé a existir, porque es el lugar donde me fabricaron una tarde de tormenta, aunque no nací aquí. Es un sitio lleno de vida, yo siempre digo que Cáceres es una gran desconocida, y en esta época del año, está todo realmente precioso, merece la pena una visita. El monte se cubre de colores, distintas tonalidades de verdes, amarillos y rojos cubren los paisajes. Es difícil no quedarse "enganchada" a la vida que brota de esta tierra, con su río, manando agua de sus manantiales y arroyos. Sus árboles, ofrecen generosos sus frutos, agradecidos por los cuidados recibidos, nos regalan una vez al año lo mejor de sí mismos. ¿No es este un motivo suficiente para volver?. Esta es mi Tara, y vosotros, ¿también teneis una Tara?.

12 comentarios:

carmen dijo...

Menudo reportaje castañero has hecho, muy interesante. El pueblo parece pequeñico, como el mio. En mi Tara no hay castaños, pero hay mucha fruta, huerta, olivar.... Aunque voy porco a mi Tara la quiero mucho.
Besicos.

Lorena dijo...

Carmen: No es un pueblo grande, en eso reside parte de su encanto. A Tara siempre se la quiere mucho, se lleva en el corazón, aunque no se pise, ni se vea, ni se visite a menudo. Besitos Carmen!!!

Paulittta dijo...

Jo, me encanta leerte porque siempre aprendo cosas nuevas...hoy han sido las castañas! Gracias!!
Mis padres compraron una casita en la Pobla Tornesa cuando tenía 6 meses y desde entonces íbamos todos los fines de semana, fiestas y medio verano. Ahora ya no subo tanto, pero me encanta!! Tampoco somos de ahí, pero cuando estoy allí me siento en casa :-)
bessissss

Lorena dijo...

Paulitta: Entonces tienes Tara muy cerca de casa, ¡vaya suerte!, eso si es un lujo. Gracias por pasearte por aquí, me alegra que te guste. Un abrazo!

Cristian dijo...

Ya sabía yo que te pegarías una escapadita, porque lo que pusiste en tu último post de "hasta la semana que viene" pensé, a ver con que nos sorprende el lunes!! Jajajaj!! yo termino hoy el ciclo, que pases muy buena semana, un abrazote!!!

Lorena dijo...

Cristian: Si es que eres muyyyyyyy listo, jajajaja...pues sí, tenía mi escapadita planeada. Disfruta de tu tiempo libre, te leeré. Tengo que ponerte en mis blogs recomendados, a ver si me aclaro y saco un huequito. Besitos!!!

belén dijo...

Hola guapísima: Pues yo para ser la nota discordante no tengo ninguna Tara; pero ya me gustaría.:(
Recuerdo los veranos que pasaba de niña en un pueblo de León y disfrutaba ayudando en lo que podía a mis primas recogiendo cerezas y yendo a lavar la ropa a los lavaderos con una tablita pequeña. Guardo un gran recuerdo de las meriendas en la casa del pueblo, todos sentados al rededor de una mesa camilla comiendo los buenos embutidos caseros, las cebolletas y las pipas que se recogían de los girasoles.
Hoy me ha gustado mucho tu post, además he aprendido algo nuevo, no sabía que las castañas se recogían del suelo y que dentro del erizo venían tres. Ainsss que ignorancia la mía. Un biquiño

Lorena dijo...

Belén: ¿Pues no será ese pueblito de León tu Tara?, bueno, sea tu Tara o no, lo importante es el recuerdo tan bonito que te ha dejado y que has compartido con nosotros. Me alegra mucho que te haya gustado el post, es curioso lo de las castañas, ¿a que si?. Un biquiño Belén!!!

Aniwiki dijo...

Justamente hoy estaba hablando de castañas. Un receta de pastelitos de cabello pero en lugar de cabello con castaña. Las fotos son muy chulis y seguro que lo habéis pasado GENIAL.
Besiwikis!

Lorena dijo...

Aniwiki: Sí, me he reido mucho y he disfrutado cada momento. Ya nos cuentas esa receta que hay que dar salida a las castañas, jajaja...besiwikis.

Alicia dijo...

Lorena, cuánto aprendemos contigo!!! Deberías de ser profe de ciencias naturales y llevar a los ninos o a adultos de excursión!! yo también tengo mi Tara, es el mismo Tara que el de mi madre y me emociono cuando veo aparecer la punta del campanario detrás de la montana cuando vamos en coche. Besitos

Lorena dijo...

Alicia: Curiosamente, siempre he sido muy mala en ciencias, aunque creo que si volviera a estudiar ahora otro gallo cantaría. ¿Vuestra Tara se llama Aguas Vivas?. Es muy emocionante la llegada porque se suman todos los recuerdos a la vez y se menean las teclas del alma. Besitos y gracias!!!!