Sólo aprendemos el valor de las cosas cuando las perdemos. Cuando abrimos un grifo y han cortado el agua, cuando se va la luz, cuando el calor nos asfixia y la brisa parece haber dejado de existir, o cuando el sol cae con justicia y la sombra se convierte en un lujo, y si no, que se lo pregunten a estos patitos que me encontré en Sant Carles de la Rapita el otro día, aprovechando al máximo la pequeña sombra que proyectaba la papelera, me hicieron pensar en todo esto, en que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
8 comentarios:
Cuanta razón tienes, con todo lo que tenemos y el poco valor que le dan algunas personas a las cosas.
Besicos.
Muy buena reflexión. Me encanta. Besos
Tienes toda la razón.
por eso cada día hago una lista de lo que tengo para agradecerlo y recordarlo
Carmen: Pues si, se nos olvida rápido que somos privilegiados. besitos!!
Silvia: Gracias Silvia, es la que todos pensamos cuando nos falta algo, seguro. Besotes!
Montse: Eso de la lista...¡tomo nota!.
Tienes mucha razon. Me ha gustado mucho tu comentario. He caido en tu blog por casualidad, estupendo. Yo estoy haciendo mis primeros pinitos con: lo que se me ocurre en el atasco de las 3
Espero que te pases por ahi. Es genial esto de leer cosas tan interesantes de gente q no conoces.
Un saludo
Sara: ¡Hola Sara!, perdona el retraso en responder que esto es lo que tiene el veranito, que el ordenador se medio abandona. Ten por seguro que pasaré por tu blog a leerte, muchas gracias por dejarme un comentario y por la visita, un abrazo!!
Pocas veces he leído tantas verdades en tan pocas palabras.
A ver si nos vemos prontito!
Un abrazo.
Eloy.
Eloy: ¡Vaya sorpresa, Eloy!, es un placer verte por aquí. Espero que el encuentro sea pronto, aunque ya sabes que en veranito con idas y venidas siempre es más complicado, y tú, con tu gira...espero que vaya todo genial. Bueno, a ver si es verdad y quedamos, aunque sea para después del calor. Besotes!!!
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