viernes, 10 de septiembre de 2010

SABOR.


Cuando decidimos ir a trabajar con el grupo lobo, tuve que escuchar todo tipo de comentarios sobre los lobos, comentarios como: "son muy malos", "esos bichos no conocen a nadie"...creo que en el mundo no hay un animal del que se haya hablado tanto. Los lobos no dejan indiferente a nadie, se han escrito ríos de tinta sobre ellos, cuando en realidad, son unos auténticos desconocidos.
El mito del lobo ha ido tomando forma en nuestra imaginación, alimentado por todos esos cuentos infantiles que nos han leído de niños: "Caperucita Roja", "Los Tres cerditos", "Los siete cabritillos" o "Pedro y el lobo".

Henrique nos comunicó que la próxima tarea consistía en entrar en las instalaciones de Sabor para cargar un par de tractores de broza que otros voluntarios habían amontonado durante la mañana. Eso significaba que teníamos que entrar en el territorio de un lobo, y nos recalcó que si nos preocupaba o sentíamos miedo, mejor no entráramos, al fin y al cabo, eramos voluntarios.

Ninguno se echó atrás, ¿miedo?, a mí me dan miedo otras cosas bien distintas. A los lobos les respeto, pero no les temo. En ningún momento, sentí que estuviera en peligro, al revés, estaba tan cómoda dentro, como fuera, y no me hubiera importado nada que Sabor hubiera hecho acto de presencia. Pero no quiso, porque Sabor nos temía más de lo que nosotros le temíamos a él, eso es un resquicio de la mala experiencia que tuvo en su día con los de mi especie, ¿quién es el lobo feroz?.
En las primeras etapas de la vida del hombre sobre el planeta, el lobo no tenía la fama atroz de la actualidad, pero con la llegada del neolítico empezaron las actividades agrícolas y el pastoreo, así que el hombre cazador y recolector se convirtió en un recuerdo. De este modo, el ser humano comenzó a desforestar para conseguir terrenos actos para el cultivo, y empezó un enfrentamiento con el lobo cuando éste pretendía colonizar sus antiguos territorios.
Decía Félix: "Hasta ahora, los hombres me habían contado una sarta de falsedades. En cambio, cuanto los lobos me han dicho, es una verdad inconmovible. El lobo cruel, es un protector incondicional de los débiles; el lobo traicionero, es capaz de morir por fidelidad; el lobo asesino, es un cazador que mata para comer pero detesta la violencia".

Los lobos en estado salvaje son esquivos y muy difíciles de observar. En realidad, los casos probados del ataque de un lobo salvaje sano, son casi inexistentes, y dicen las estadísticas que es más probable morir electrocutado que ser atacado por un animal salvaje, y más concretamente, por un lobo.

Si yo fuera loba, Sabor sería mi lobo, sin duda alguna. Tiene una mirada profunda, intensa, de esas que te traspasan, como cuando te enamoras por primera vez y un par de ojos hacen que te tiemblen las piernas. ¿Es guapo o no?, ¿qué me decís?.
Curiosamente, tienen mala vista si se compara con la agudeza de sus otros sentidos. Por ejemplo, pueden oir una manada rival a 16 kilómetros de distancia en espacios abiertos. Su sentido del olfato también está muy desarrollado.
Sabor, es un lobo español, y nació en libertad en el año 2003. Algún insensato lo capturó de forma ilegal, y no recibió el mejor de los tratos.
Es una pena que no pueda volver a ser libre, pero la jerarquía de una manada funciona de un modo muy concreto que ya os explicaré, y la transmisión de información y de cultura es continua. Alguien arrancó a Sabor de su mundo, y ahora, está condenando a vivir en una cárcel, por grande que sea la celda y por cuidado y mimado que esté.

"Los indios cazadores, solían dar con alces y bisontes siguiendo a los lobos, que, dotados de un agudo sentido del olfato y del oído, detectaban a la presa mucho antes que los humanos. Los indios siempre les cedían parte de la carne en gratitud por su ayuda".
Existió una alianza entre lobos y hombres, pero los hombres olvidaron como los lobos les habían ayudado a sobrevivir durante el Paleolítico, y al llegar al Neolítico, rompieron el pacto. Los lobos no entendían porqué los hombres no corrían a su lado tras las presas, yo creo que todavía no comprenden nada, lo mismo que el hombre olvidó muy pronto aquello de que: "De bien nacido, es ser agradecido".

2 comentarios:

Alicia dijo...

Desde luego Sabor es guapísimo!! Tiene unos ojos verdes... Oye, qué cerca estabas, no? O tenías un zoom hiper bueno... jeje. Besitos

Lorena dijo...

Alicia: He entrado en las instalaciones de alguno de los lobos y por eso he podido hacer buenas fotos. Sabor es mi preferido, ¡es que lo veo un bellezón!, jajajajaja