martes, 2 de noviembre de 2010

EL MAS DE XIVA.


Después de una mañana entre azadas, criptobosc, tierra, trozos de sol, viento, ir y venir en busca de otras plantaciones anteriores, fuimos con David, que conoce cada palmo de monte como la palma de su mano, a hacer otro experimento con el criptobosc. Ir con David de excursión es un aprender constante, te explica un bosque, te lo presenta como un museo, y donde vemos cuatro piedras unidas, él nos hace ver cuatro elementos con tropecientas funciones en el mundo natural. Arriba podeis ver los machotes con los que me quedé cuando el resto decidió regresar a la rutina, parecen supermanes, ¿verdad?.

El cielo, ese mar de las alturas, que nos envuelve, en el que en ocasiones ni siquiera reparamos, con sus nubes haciendo formas, sus contrastes de colores...me gusta el cielo cuando oscurece sus tonos y anuncia lluvia, también cuando nos muestra el arco iris, o cuando sus tonalidades se vuelven rojizas. El cielo es un espectáculo, a cualquier hora, de cualquier día. Te ofrece las estrellas, se traga los deseos, lo miramos de manera instintiva, sin pensarlo, cuando necesitamos esperanzas, cuando nos vamos al otro lado del planeta y reparamos en que nos cubre a todos el mismo manto azul, con la misma luna y el mismo sol. Bueno, en la foto de arriba os lo enseño en uno de los momentos que más me gusta, cuando anuncia tormenta y oscurece en algunas zonas, mientras que en otras ofrece una luz casi cegadora, de un sol que se resiste a dejar de brillar.

Tras reforestar, siempre, siempre, siempre, pegamos cuatro berridos al universo. En realidad, invocamos al Dios de la lluvia, gritando unas palabras superextrañas en swahili, una lengua hablada, sobre todo, en Tanzania y Kenia. Como vereis, nos hizo caso, y empezó a caer el agua sagrada para la germinación de los futuros árboles.

La muda de piel de las serpientes me apasiona. Pueden llegar a mudar la piel hasta ocho veces en un mismo año, no todas, supongo que las que más avancen en su crecimiento. Se restriegan contra las piedras o los troncos de los árboles y dejan allí, abandonada, la antigua piel. Crecer sin cambiar, es imposible. Me gustaría mudarme de piel, como ellas, dejar atrás la antigua y renovarme. Pero no somos serpientes, y acumulamos las capas de todo lo vivido. Así, andamos arrastrando nuestros jirones de alma, acumulando piedras en la mochila, y nuestro crecimiento tiene mucho que ver con eso, con el peso de lo pasado. Hay personas que ven sin mirar, oyen, sin escuchar, y la piel que les recubre es más ligera, mientras que a otras la metamorfosis no les iría nada mal, y por eso necesitan, renovarse o morir.

Arriba teneis un madroño. Me gusta ver como sus frutos cambian de color. Están riquísimos, además. Este árbol resiste muy bien los fuegos, es un árbol de otoño, precioso, y una fuente de alimento perfecta para la fauna. Hice mil piruetas hasta que conseguí alcanzar uno de sus frutos. ¿Habeis probado los madroños?, pues cuando lo hagais, teneis que saber que, las semillas, son esas pequeñas cositas que después deambulan por la boca, atascadas entre los dientes, y si las enterrais, dan vida a este árbol, interesante, ¿no?.

Nos íbamos ya, pero David nos llevó a la fuente del Mas de Xiva. No la conocía. A mano derecha de la carretera, atravesamos una puerta para llegar a un camino estrecho que conduce a un manantial de agua canalizada. Nada como beber, directamente, el agua que mana de la misma montaña. Allí, entre árboles, vimos asomar la parte alta de una pequeña iglesia, y pregunté, sorprendida, por ella. Me contaron que era la capilla del Mas de Xiva, pero que, lamentablemente, estaba todo abandonado. En ese mismo instante, dejó de interesarme la fuente, ya sólo quería acercarme a esa construcción solitaria envuelta de vegetación.

¡No puedo creer que alguien abandone un lugar así!. El Mas, permanece de pie gracias a la resistencia de sus gruesos muros de piedra, aunque la parte alta del mismo, empieza a derrumbarse. Ya os podeis imaginar lo poco que tardó en activarse mi imaginación. Entré por la puerta principal del caserón, con un enorme escalón de piedra rojiza y un recibidor amplio. Me parecía verlo amueblado, con una enorme vitrina repleta de fósiles, flores secas o un mueble japonés de color rojo, no sé, lo veía de cualquier manera, veía todas las posibilidades de ofrecer calor de hogar al atravesar la puerta de madera, que no está en su lugar, sino que se encuentra allí tirada, insalvable ya. Inspeccioné las habitaciones, los tejados con sus vigas de madera, olí los olores que debieron reinar en su día, a comida cocinada sobre la lumbre en un puchero, a pan recién amasado, a dulces de anís...¡me parece un crimen que esto se pierda!, un rincón así en el mundo, ¡es un paraíso!, y un día amanecerá derrumbado porque nadie se preocupó de mantenerlo en pie para la siguiente generación.

¿Y quién vivió allí?, pues los Xiva, digo yo. ¿Qué les llevó a abandonar ese tipo de vida?. Supongo que las condiciones no serían las mejores, pero yo ahora regresaría a esa vida, en realidad, todos los que estábamos allí curioseando, transformamos lo que veían nuestros ojos en un ecocentro, también en una casa para vivir, nos montamos un huerto, un horno de leña y dispusimos nuestras labores para ser autosuficientes, y todo esto nació de la imaginación, porque todos allí eramos unos soñadores, las personas que creemos que el mundo puede cambiar y mejorar, lo somos. Unos ven ruinas y otros, posibilidades de que dejen de serlo.

Por supuesto, también pensé en los romances vividos en el granero o en la capilla. Las miradas escondidas de dos amantes secretos, con códigos que tan solo ellos eran capaces de entender...ya sabeis, puestos a soñar, soñamos lo imposible, porque lo difícil se hace, lo imposible, se intenta.

12 comentarios:

Paulittta dijo...

Si que parecen supermanes, ibas muy bien acompañada!
Uff, las serpientes no las soporto, después de haber leído todo el post, aún sigo con los pelos del brazo de punta, en serio!! jeje
Es una lástima que se encuentre en ese estado y que la gente lo estropee más con pintadas!!
Qué gracia lo de la lluvia, que menos que los dioses os hagan caso después del esfuerzo que habeis hecho reforestando!
bessissssss

Lorena dijo...

Paulitta: Muy requebien acompañada, sí, ya ves que no tengo un pelo de tonta, jajajaja. La verdad es que a mi las serpientes me encanta verlas, de lejos, pero me caen bien, aunque me den mucho miedo. He tenido varios encontronazos serpentiles, pero nos hemos respetado mutuamente.
Lo de la lluvia funciona, estuvo chulísimo, y el mas, ya ves, una lástima. Besotes guapa!!

Alicia dijo...

Qué bonito post! Me encanta leerte, proque vivo lo que escribes, lo explcias también... fíjate, hoy he estado en el mas Xiva! Besitos

Lorena dijo...

Alicia: Me encanta esto que me dices, Alicia. ¡Cuánto me alegro de que hayas bajado hasta Castellón!, seguro que la temperatura ha sido un poquito más cálida que por allá arriba. Besotes guapetona!!!

carmen dijo...

Lo mismo digo( que dice Alicia). Los compañeros de diez pillina, como te reservas esas salidas para ti sola eh. Lo del fruto del madroño (que casualidad) acabo de comerme unos cuantos, estoy en la uji y en los jardines hay unos cuantos árboles, están buenísimos y al alcance de la mano, aquí no los coge nadie.
Besicos.

Lorena dijo...

Carmen: ¡Gracias Carmen!, los compañeros fueron estupendos. Cuando Amics de Palanques organice alguna excursión ya te aviso. ¡Qué ricos los madroños!, pero te equivocas, porque alguien más come los madroños de la Uji, ¿no lo adivinas?..............................................................................., piensa un poquito, ¡claro!, ...................................¡los pajaritos!. Besotes!!!!

Cristian dijo...

Lorena, me encanta!!!!! Esque es como si hubiera estado contigo ahí!! Me encandilo leyendo tus post!!!! Un besazo enormeee!!!!!!!!!!

Lorena dijo...

Cristian: Gracias Cristian!, pues ya sabes, a ver si algún día estás de verdad y disfrutamos de alguna excursión juntos. Besitos y gracias por la visita!

Alejandra dijo...

Tenias mucha imaginación...

Lorena dijo...

Alejandra: La de siempre, hija, la de siempre...

Aniwiki dijo...

Me encantan tus excursiones, me recuerdan a las que yo he hecho siempre con mis papis y aprendíamos siempre un montón. También he replantado muchas carrascas y algún pino, aunque el segundo con menos suerte. Me parece genial lo del "criptobosc", que es del otro post por cierto, pero no tengo tiempo de contestar más, y muy chuli el collage, yo también estoy haciendo una cosita parecida para Eritzon :) Ya tengo ganas de acabarlo.
Ah! Y los madroños están riquísimos, la verdad es que hay un montón de frutos de esta temporada que no se conocen y merecen la pena, además van cambiando de colorcillo, justo este finde hice varias fotos. Y los "ginjols" que no se como se traducen en castellano.
Y bueno te dejo que no puedo seguir.
Besiwikis y a seguir escribiendo!

Lorena dijo...

Aniwiki: Me gusta que te traigan buenos recuerdos, porque eso siempre es bonito, es como viajar en el tiempo. Los Ginjols los he oído mucho y todavía no sé lo que son. No te preocupes si no tienes tiempo y ya sabes, enséñanos un día ese collage. Besotes y no te estreses mucho.