lunes, 22 de noviembre de 2010

CEGUERA.


El miedo es libre. Uno se sirve todo lo que quiere porque es infinito.
Cuando yo era niña, mi habitación tenía nombre: "El cuarto hondo". Supongo que se llamaba así porque estaba al final de un largo pasillo, o a mí al menos me lo parecía, y llegar hasta ella era como atravesar el bosque de Blancanieves. Sentía que me cogían, notaba las manos de espectros, monstruos, fantasmas y muertos, cualquier cosa que viniera de la oscuridad. Yo corría buscando la luz del cuarto hondo y de las paredes salían las manos del más allá que querían atraparme. Lo vivía, porque los niños viven de verdad, con mucha intensidad, sin pasados, ni futuros, ni miedos progamados. Los niños viven el ahora, si están contentos lo están, si están tristes, lo están, si tienen miedo, lo tienen, y si en su habitación vive un hada, la ven.
Anoche fui con los Ardorines a ver "Los ojos de Julia". La disfruté porque está hecha para eso, para tenerte en tensión un rato. El problema fue al regresar a casa, que íbamos a estar Colás y yo solos. Abrí la puerta y entré en la oscuridad. Anoche, la oscuridad tenía otro significado gracias a que la peli estaba reciente en mi cabeza. A tientas, busqué la luz, que me abrazó cuando iluminó la estancia. El silencio tampoco era interpretado como siempre, de golpe, fue roto por el sonido del teléfono. En la pantalla ponía: "DESCONOCIDO". Uys, ¿a esas horas?. Insistieron bastante y no contesté por aquello que me enseñaron de: "No se habla con desconocidos". Segunda llamada: "ANÓNIMO", ays, comienza la pérdida de control, el pensamiento es libre y me monté mi propia película de terror: "¿sabrán que estoy sola y me están vigilando?", "¿serán los Ardorines gastándome una broma?"...llamé a Pedro, que cortaba la llamada y entonces: "¿le habrán secuestrado y por eso no puede contestar y la llamada anónima es del secuestrador?", jajajajaja...tercera llamada: "DESCONOCIDO"..."¿debería contestar para que sepan que hay alguien en casa?"...silencio, dos minutos de silencio y ringggggggggggggg, "ANÓNIMO", a coger el toro por los cuernos: "¿Diga?", GRRRRR, SSSSHHH, SAAASSS...al otro lado de la línea ruidos extraños...cuelgo, ¡qué miedooooo!. Rellamo a Pedro, contesta a la primera: "Cari, pasa algo raro que me llaman anónimos y sólo se oyen ruidos extraños...", al otro lado de la línea: "Rubia, te estoy llamando yo desde el Skype...pero ya he visto que se oye mal". Menos mal que estaba lejos, porque me lo hubiera comido...ya me veía pasando la noche en vela. Protagonicé un trocito de película de miedo, sin necesidad de interpretar, real como la vida misma.
Está claro, el miedo es libre y cada uno toma la parte que le da la gana. Nos sugestionamos tanto que creemos lo que se dibuja en nuestra mente. Claro que, ¿se podría ser valiente sin tener miedo?.
Hoy he hecho un ejercicio de ceguera. Con los ojos vendados he deambulado por la casa, de la habitación a la cocina, de la cocina al salón..., probar a hacerlo. Aún conociendo mi territorio, he comprobado que vivir en la oscuridad es tremendamente complicado. Quizás se agudicen otros sentidos, pero es muy fácil desorientarte, tropezarte, tirar cosas al suelo y asustarte. Os recomiendo hacer la prueba para poder entender, tan sólo por un momento, lo que significa estar ciego. Así que hoy, dedico este post a las personas invidentes, que pese a no ver, se superan continuamente a sí mismos y consiguen leer, pasear solos por la calle, hacer deporte, pintar...lo que se propongan. Me parecen admirables. Yo conocí a una pintora ciega y a su perro, como ella me explico: "él es mis ojos, él es mi todo". Me contó un día cómo es el mundo de la ceguera, como algunos, cuando el perro cumple su función limitada a sólo unos años, lo devuelven. Me dijo que cuando llegara ese momento, cogería de nuevo el bastón, volvería a depender de sí misma, pero que bajo ningún concepto devolvería a su perro, así que va por ella, también por los perros guía, que hacen una labor increíble, y por todos nosotros, para que nos paremos a pensar la suerte que tenemos de poder ver, que no viene mal el recordatorio.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Tengo deficiencia visual y de verdad agradezco este post. La concenciación es importante.
A mi me pasa al contrario que a ti, veo fantasmas cuando a la oscuridad la miro con los ojos abiertos ya que sólo logro ver sombras intangibles que se convierten en esos monstruos, manos o seres capaces de acariciarte por detrás sin que te des cuenta, por eso, en la oscuridad de mi casa, ando con los ojos cerrados, porque me es más fácil no imaginar, sino sentir la realidad del roce de la pared en mi brazo y del suelo en mis pies.
Porque, aunque parezca una contradicción, hay veces que el no ver, te deja ver la realidad con más claridad.

Un besote
Ali

Paulittta dijo...

Uff a mi de pequeña me pasaba lo mismo! El piso de mis abuelos es enorme y lo atraviesa un pasillo muy largo, cada vez que iba a la parte de los dormitorios yo sola, iba corriendo y encendiendo luces! Ahora ya no corro pero sigo encendiendo la luz!!

Mi casa me la se con los ojos cerrados porque soy ave nocturna, pero admiro a la gente ciega por lo valientes que es saliendo a la calle sin ver nada!! Con los peligros que hay!!

Normal que te llevaras un susto con el teléfono! Cuando estoy sola no y llaman a la puerta y se que no espero a nadie, ni siquiera me muevo de la silla jeje

bessisssss

Lorena dijo...

Ali: ¡Eres una auténtica superviviente!, una mujer todoterreno, Ali, una valiente. La verdad es que he pensado muchas veces en no ver. Hubo una época en que yo misma veía siluetas desfiguradas sin gafas o lentillas, con siete dioptrías y media en cada ojo, así que puedo entender lo desagradable que es. Personalmente, me daba una sensación claustrofóbica no ver más que colores y siluetas completamente borrosas. Ahora tras la operación me he quedado perfecta, pero muchas personas no tienen la fortuna de tener una operación que les devuelva la esperanza de volver a ver. Gracias a ti, Ali, un besote!!!

Paulitta: Venía de ver una peli de miedo, así que iba más que sugestionada, era para haberme visto...el caso es que a lo que voy, es cierto, son increiblemente valientes y los admiro porque lejos de quedarse quietos en un sitio por miedo a todos los peligros que pueda rodearles, se superan continuamente a sí mismos y nunca tiran la toalla, siguen adelante.
Besis, y a mi me pasa lo mismo con el timbre de la puerta, jajajaja

carmen dijo...

Lo has narrado tan bien lo que viviste anoche, que con lo poruca que soy, casi he empezado a ver cosas raras y eso que es de dia, que si llega a ser de noche me muero. Reconozco que soy miedosa, pero también tengo que decir que cuando me ha pasado alguna cosa desagradable de ver como entraban a mi jardin he sabido reaccionar.
No ire a ver la pelicula de Julia, cuando sospecho que voy a padecer paso.
Besicos.

Lorena dijo...

Carmen: Nos gustó, pero nos sobresaltó más de una vez. Lo malo es estar sola después de ver una peli de estas, jajajaja...después hay que ver que miedo pasé, un miedo que yo misma me provocaba pero claro, es lo que hay cuando la imaginación se dispara.
Besines Carmen!!

Cristian dijo...

Jejeje!!! A mí me pasa lo mismo, pero no en casa porque se que no hay nadie, sino en el garaje, a mí las pelis de terror y suspense me encantan, pero siempre si las veo en casa, si voy al cine, luego en el garaje es donde me entra el pánico.
Me encanta que hayas dedicado este post a todos los invidentes, son espectaculares!! Yo , cuando estudié enfermería hice un curso de la ONCE que la práctica era ir con los ojos con parches y un antifaz para no ver absolutamente nada, y la verdad, te recomiendo que lo hagas, no se cuando son pero podría informarme, un besote!!!!!!!!

Lorena dijo...

Cristian: ¡Hola guapo!, la verdad es que no me importaría nada hacer un curso de esos de la ONCE, parece muy interesante y ayuda a ponerse en el lugar del otro. Si te enteras, dímelo, que como esté libre, me apunto.
Lo del pánico en el garaje, ¡lo entiendo!jajajajaja...Besotes!

Cecilia dijo...

Jajaja, qué recuerdos el cuarto hondo. Nunca lo había visto escrito, solo oído, y leído la verdad es que da miedo, no?
A mí me pasó lo mismo con la peli de REC, porque la comunidad de vecinos es antigua como la mía y veía mostruos y oía ruidos por todos lados, vamos, que tuve que subir pitando :DD
Con respecto a las personas ciegas, de verdad que son admirables, yo conozco algunos y algunas fisios que lo son y es increible cómo se desenvuelven. Y qué sentido del humor! Me acuerdo mucho de ellos y ellas cuando hay coches en la acera o cubos de basura en las aceras también, o toldos bajados a la altura de las cabezas... en fin, una odisea, la verdad. Nos cuesta mucho ponernos en el lugar de los otros :(

Lorena dijo...

Cecilia: Lo del cuarto hondo suena raro, sí, ya queda lejos y desde la distancia se ven las cosas diferentes, pero era mi cuarto y todo mi mundo por aquel entonces.
REC a mi me encantó, pero me puse supercardiaca...ahora que lo dices es muy parecido a tu portal, es verdad, me hubiera gustado verte...
Y en cuanto a las personas invidentes, pienso igual que tú, son muy valientes y el resto de la humanidad muy poco cívicos y desconsiderados. Besitos!