martes, 31 de mayo de 2011

MUDANDO.


Me hacía falta la mirada borrosa a través de un cristal mojado. También necesitaba el sonido armonioso de las gotas de lluvia haciendo música, llamando a la ventana por si son bien recibidas, invitándome a salir. Necesitaba empezar a respirar de nuevo, pasear bajo el agua, que limpia y purifica, que caía sobre mí mientras me empleaba a fondo por soltar todo lo que me hiere, lo que no me sirve, lo que no acepto.
Me dejé llevar por una corriente, por un balanceo. Me dejé golpear por la vida misma, para que, de ese modo brusco, abriera mis ojos a la realidad. Dejé que el agua arrastrara todos los sedimentos que se aferran a esa parte de mí que no se ve. Llovía sobre mojado mientras mis pasos se perdían chapoteando en los pequeños charcos.

Salí cuando las nubes lloraban porque hacían juego con mis sentimientos. Caminé por las calles vacías de un pueblo que asomaba su mirada tras las cortinas, con curiosidad por la fuerza con la que el agua golpeaba el suelo, también por esa pareja de "forasteros" que funcionan al revés del mundo, que buscan los pájaros nocturnos, que se pasean con las bicis por el bosque y recogen lo que otros tiran a la orilla de un río herido. Salí, cogida de la mano de una de mis personas preferidas, aferrada con fuerza a mi pilar, el que me sostiene cuando no sé muy bien donde apoyarme sin que los cimientos cedan.
Fue un trayecto corto, con la sensación de mudanza acompañándome. Renovando mi piel como las serpientes, abandonando a su suerte todas las ataduras que iban ocupando demasiado espacio en la mochila. Mientras, el agua daba un repaso a lo que ya no me sirve para llevárselo decididamente, arrastrándolo hasta los barrotes oxidados de una alcantarilla para quitarlo de mi vista, descargando así el alma, que había dejado de ser volátil, que pesaba tanto como una losa, que aunque magullada, por fin, vuelve a ser libre.

16 comentarios:

Giawulf dijo...

qué bello sentimiento estás describiendo y qué familiar me resulta... esa sensación de necesitar limpiarse de las propias impurezas de la mente, de las malas emociones y resentimientos y cómo el oxígeno fresco limpia los pulmones, mientras las gotas de lluvia limpian tus poros... me encanta, es una experiencia de estar totalente vivo, y es tan sencillo como segir formando parte de la tierra....

Alicia dijo...

Muy bonito el post, todo poesía! Besitos

Lorena dijo...

Gia: Pues no lo has podido describir mejor, exactamente eso es lo que quería decir, y no es fácil, porque hasta para eso hay que estar preparada. Gracias Gia!

Alicia: Besitos para ti, bonica, cuídate!

Silvia - Desenredando el hilo rojo dijo...

Ayssssssssss, qué bonito. Besotes

Lorena dijo...

Silvia: Pues eso digo yo, ayssss, jajajaja, besitos guapetona!

Anónimo dijo...

Hola Lorena: Tu post es tan hermoso que has conseguido emocionarme, por un momento me ha parecido sentir la lluvia mojando mi cuerpo y notar que se llevaba consigo decepciones que invaden mi alma últimamente.
Tengo que reconocer que eres de las pocas personas que conozco que le encante empaparse de agua, pero como bien dices en alguna entrada anterior, "sólo es lluvia lo que cae del cielo, no ácido sulfúrico". No sé porque al resto de los mortales nos resulta tan extraño, quizá porque no sabemos apreciar como tú la belleza de la naturaleza . Un biquiño desde este rincón de Galicia.

Belén dijo...

Algo he debido de hacer mal para que me lo haya publicado como anónimo, espero que te dieras cuenta que soy Belén.

Lorena dijo...

Belén: ¡Ánimo!, las decepciones forman parte del proceso de aprendizaje que tenemos que adquirir en el camino de la vida, y en ocasiones, sirven para eliminar de nuestras vidas a personas que no tenían que seguir a nuestro lado porque quizás nos hacen más mal que bien...
Me gusta la lluvia, me chifla. Siempre digo que es porque a mi me "encargaron" una tarde de tormenta y en ese momento empecé a existir.
Me encanta verte de nuevo por aquí, Belén, un biquiño desde el Mediterráneo.

carmen dijo...

Lorena, muy bonita tu entrada. Una narración preciosa.
Besicos

Lorena dijo...

Carmen: Gracias!!, besotes!.

María J. dijo...

Hija Lorena que bonito!. Me ha encantado tanto cómo escribes y describes ese paseito bajo la lluvia, que se lo he leido a mi marido, al que normalmente estas cosas no le atrae, pero sentía que se lo tenía que leer, y le ha gustado.
Pero por más bonito que sea el mensaje que capto es que estás muy triste y necesitas renovar... pues eso es lo que debemos hacer todos renovar, en la forma que podamos y queramos, e intentemos ser felices. Así que ánimos y fuerza guapísima para ser feliz, disfrutando cada momento de cada cosita que hacemos.

Un besote,
María J.

Lorena dijo...

María J: ¡Muchas gracias María!, ¡qué ilusión que te haya gustado tanto como para leerlo a otra persona!. Bueno, la verdad es que este año desde que ha comenzado se me ha hecho cuesta arriba con un montón de cosas que se han juntado, pero ya va todo reubicándose, a veces somos como las olas y estamos arriba, y otras, abajo, son ciclos y hay que pasarlos, y salir de ellos con la lección aprendida. Mil gracias de nuevo por tus palabras, las he disfrutado, besotes guapa!!

Lorena Renau dijo...

Leyendo tu post en la única que pensaba era en Leia, pensaba en que no voy a privarla de muchas cosas que a los niños no les dejan hacer, así que cuando empiece a caminar y haya un día de lluvia dejaremos que nos caiga encima, seguro que le encanta, jeje. A mí me hubiese gustado haberlo hecho de pequeña. Besets.

Lorena dijo...

Lorena: Pues sí, que salte, que se moje y se reboce por el barro, que a eso se le llama VIVIR. Besines!!

CUKA dijo...

Precioso! Cuando tengo la mente revuelta la lluvia también me atrae hacia sí, es cierto que te lava, te depura, y es super relajante... te entiendo perfectamente! Un beset

Lorena dijo...

Cuka: Exactamente, a mente revuelta aclarado de ideas con un paseo bajo la lluvia, lo has descrito de maravilla. Besets!