martes, 8 de febrero de 2011
TRANSICIÓN.
Me he tomado mi tiempo para respirar, para reflexionar, para ordenar la cascada interminable de pensamientos agolpados, para digerir los miedos, para quitar importancia, para entender, para sacar conclusiones, para priorizar y no perder de vista mi objetivo.
La incertidumbre está asentada en mi vida, y a decir verdad, no me gusta que me acompañe, pero se ha pegado a mi como una sombra. Es temporal y tendré que aprender a convivir con ella hasta que decida marcharse.
He aprovechado estos días para salir de las arenas movedizas y recuperar el suelo firme.
Me senté frente a un campo de olivos. Pareció casual, pero no fue casualidad. Los olivos son árboles fuertes, que cumplen los cien años con facilidad y se mantienen bien agarrados a la vida pase lo que pase, resisten temporales como si nada, siguen ofreciendo su fruto sin perder la capacidad de dar, sin abandonarse. Como en una carrera de fondo el secreto está en resistir, en llevar bien el ritmo, la respiración, y con todos los ingredientes hacer una combinación perfecta que te permita aguantar para llegar a meta. En ello estoy.
Después pedaleé buscando el río, para recordarme como funcionan las cosas y formar parte del todo, sin ofrecer resistencia, sin tensiones, sin nadar contracorriente. Me dejé envolver por el manto energético de los árboles del bosque, cargué las pilas con la luz del sol, y de nuevo, aquí estoy, con fuerzas para afrontar lo que me venga.
Una vez más,la naturaleza me enseñó los ritmos que, a veces, pierdo.
Empiezo a leer como una loca para no dejarme atrapar por las preguntas, para conocer las respuestas. Comienzo a trabajar con la posibilidad de abrir puertas a otros países que en un principio no eran los elegidos. China está muy lejos, en todos los sentidos. Nos separan miles de kilómetros y más de ocho años, muchos más, así que, estamos dando una vuelta por el mundo, estudiando otras posibilidades, y casi lo tenemos claro. Si nos declaran idóneos, que sigo sin tenerlas todas conmigo, entonces daremos forma a nuestra decisión. De momento, armados de paciencia para resistir todo lo que se nos venga encima, como esos olivos de la foto, permaneceremos moldeando la ilusión, haciendo un pulso con la incertidumbre e inundándonos el alma de esperanza.
Ningún camino fácil conduce a algo que merezca la pena.
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7 comentarios:
Venga ánimo!!! Cómo me ha gustado la última foto!!! Es preciosa. A mi también me haces sonar Lorena... me encantaría poder sentarme en frente de un campo de olivos a leer. Qué cosas!! Besitos
Alicia: Pues fíjate que tuve dudas de poner la última foto, porque parezco la bruja piruja, pero así estaba, así era y así me sentía, y creo que esa foto refleja muchas de las cosas que se me movían por dentro. Bueno, el capricho de los olivos es fácil de cumplir, ya sabes que en tu visita a Cuenca, cuando volvais, lo vas a poder hacer. Besines!
Lorena, muy bien por la positividad y la autoayuda que tu misma sabes darte concienciándote de las cosas que te está tocando vivir.
Besicos.
Ah los olivos preciosos y la chica de la foto muy sugerente.
Me ha encantado la última frase, la pondré en un rincón de mi conciencia para recordarla con frecuencia.
Cuando se tienen hijos (tú ya los tienes aunque ninguna de las partes sea consiciente), los caminos, o senderos, alternativos nunca son despreciables.
Adelante, siempre adelante.
Ali
Carmen: Capacidad de adaptación, para sobrevivir. Besicos.
El árbol que nunca dió manzanas: Avanzando voy, poco a poco, en este camino largo, a veces difícil, a veces feliz. Es cierto Alicia, que los caminos difíciles, cuestan más, pero llevan a buen puerto. Muchas gracias!, un abrazo!!
Me alegro de que estés mejor, ya ves como poco a poco las cosas se van arreglando. No hay nada que te pueda decir porque tu lo has expresado todo tan bien!!
Para nada pareces una bruja!! Qué exagerada eres!! A mí me ha gustado mucho la foto, la que más porque se ve mucho sentimiento :-)
bessisssssssssssss
Paulitta: Pues si, paso a paso, a ver como acaba toda esta aventura, el caso es que estamos en este barco y hay que esperar llegar a puerto, tiempo al tiempo. Gracias Paula, un abrazo!
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