jueves, 24 de febrero de 2011
REGRESIÓN.
Nuestra pasión por Félix es, en realidad, una auténtica filosofia de vida. Os hablo muchas veces de este hombre maravilloso, porque no dejo de aprender cosas de él, y porque no quiero que se le olvide nunca. Es nuestro maestro, lo más parecido a nuestra religión, no sólo en el tema medioambiental, sino también en la vida, un auténtico ejemplo a seguir, lo dicho antes, una filosofia.
Hace años escuché una grabación de Félix que se me quedó grabada a fuego. Estos días he vuelto a dar con ella gracias a la ayuda de un lector. En ella, cuenta una historia muy divertida, llena de pasión, ¡y sin guión!. En un momento dado dice:
"No sé si ustedes sabrán, que durante las vacaciones que yo tenía en mi infancia, cuando volvía a mi Poza de la Sal, y volvía a ver aves, y volvía a ver mamíferos, como lobos, zorros, etc, etc...yo cosechaba multitud de sensaciones, las metía en mi cabeza con verdadera saciedad, las metía en mi cabeza con verdadera hambre, porque yo quería luego, durante todo el invierno rígido, disciplinado del internado, tener imágenes con las que especular, tener imágenes para que cuando yo estaba sentado en mi pequeño pupitre y el fraile hablaba de no sé que cosas, seguramente muy interesantes, pensar yo en mis pájaros, en mis llanuras soleadas, en mi libertad, en mi vida de niño prehistórico, que creo que ha debido de ser la época más feliz para los niños".
Es algo que pongo en práctica hace muchos años. Viajo y devoro sensaciones, las grabo de manera consciente en mi mente, para luego regresar, cuando me haga falta a ese momento. Escapar, volver a sentir lo sentido, ser libre. Es un truco, una herramienta, una manera de utilizar la capacidad mental para evadirte cuando te hace verdadera falta. De este modo, regeso donde me da la gana, todas las veces que quiero. Me podeis ver, pero puede que no esté, que ande con los pies metidos en el río o que esté rebozándome en la nieve, reviviendo, sintiéndome vivida y viva...
De cada viaje, me traigo grabaciones en la memoria, y recuerdo perfectamente el momento que quiero recordar. Vuelo gratis y sin necesidad de salir de casa. Es un buen ejercicio que me enseñó Félix y que recomiendo a todos, ayuda a ejercitar la mente y a que no se difuminen los recuerdos, pero sobre todo, ayuda a vivir con intensidad cada momento de este camino por el que andamos.
Si quereis escuchar la historia que explica Félix,"Mi regalo de reyes", merece la pena, sin duda alguna, podeis hacerlo pinchando Aquí.
Foto:Aquí.
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