UN BOSQUE EN CASA.

Ya está aquí el fin de semana, y esta vez se presenta largo y frío.
Hoy os quería contar el ajetreo que tenemos en casa por estas fechas. Nos dedicamos todos los años a dar vida a la vida, más Pedro que yo, todo hay que decirlo.

Creamos un bosque, en casa. Hemos habilitado un espacio en la galeria para que Pedro pueda trabajar y dar forma a sus sueños, y aunque durante dos o tres meses es un poco engorroso, después merece la pena ver crecer los árboles, ir a plantarlos y hacer alguna que otra excursión durante el año para ver como van subiendo y tomando forma.

Nuestro próximo objetivo, es pedir permiso a los responsables de la Sierra Calderona que se quemó hace unos años y necesita ser reforestada. Es un sitio donde hemos pasado momentos inolvidables y como nada es gratis, queremos devolver a ese lugar que nos gusta tanto, un soplo de vida.
A veces, compartimos esta tarea con nuestros amigos, otras nos vamos los dos mano a mano, otras nos piden arbolitos para poner su granito de arena, el caso es atrapar CO2 para dar un respiro al planeta e intentar compensar las masacres que se hacen desforestando a saco, porque que no lo veamos, no significa que no esté sucediendo.

Siempre me viene a la cabeza nuestra visita a Malasia, donde nos quedamos perplejos al ver, cómo se quemaba la jungla para plantar palmeras para obtener después el famoso aceite de palma. Esto tiene un drama detrás bestial, que un día de estos os contaré porque no os quiero dar el día. ¿Sabíais que Indonesia es el tercer país por masa forestal y el tercer mayor emisor de CO2, tras China y Estados Unidos?, pero lo gordo del caso es que Indonesia ¡no tiene industria!, adivinar de dónde proceden tantas emisiones...desforestación a saco. Cuando estuvimos en Singapur, nos contó Greg que cuando quemaban jungla en Indonesia, se podía oler en Singapur, a mí me dejó esto estupefacta. Greg ha visitado la zona varias veces y no quiso contarnos nada, nos cambió de tema porque decía que se ponía enfermo de recordarlo...

Sólo os he puesto dos pequeños ejemplos, y los he puesto porque en Malasia lo vieron mis ojos y en Indonesia nos lo contaron nuestros amigos, aunque también hemos visto unos cuantos documentales. El caso es que, esta tala descontrolada sucede en todo el planeta y por eso intentamos contribuir como buenamente podemos a suavizar la masacre. Porque aunque lo ignoremos, aunque se prefiera no pensar en ello y se desvie la atención hacía otros puntos, el cambio climático es innegable y sus consecuencias sobre la humanidad impredecibles, y no solo para la humanidad, porque el mundo no es nuestro, es compartido. Deberíamos coger el toro por los cuernos, aunque esta expresión no sea mi preferida, y en mi opinión estamos haciendo tarde, acomodados en un mundo irreal, estamos, literalmente, viviendo en una burbuja en esta parte del planeta, porque no olvideis que aquí, no vemos la realidad. Como vivimos aquí, no se vive en la mayor parte de la Tierra, donde reina la miseria y donde los países ricos estamos haciendo a los pobres más pobres todavía, vamos, saqueamos y regresamos.

Deberíamos empezar a plantearnos que nuestros actos tienen consecuencias gravísimas en otras partes del mundo, empezando por cada vez que vamos a comprar por comprar, cada vez que cambiamos de móvil, o cogemos el coche para ir a la esquina...lo malo es que tenemos la memoria corta, o mejor, preferimos tenerla así, lo que no vemos no existe, es más fácil y más cómodo.
Se acerca la Navidad, no os olvideis que se pueden regalar cosas solidarias, de comercio justo, se pueden apadrinar niños y también animales..., con estos regalos se contribuye en proyectos ubicados en otras partes del mundo, donde no tienen la misma suerte que nosotros. ¿No es eso la Navidad?.
Hoy tocaba pisar suelo, disfrutar todo lo que podais del finde.

Abajo, podeis ver, parte del bosque que creamos el año pasado.