martes, 17 de mayo de 2011

NAVAJAS.


Hasta el día de antes, el destino elegido para hacer una escapadita, era otro, uno ya conocido que nos gusta especialmente porque nos trae recuerdos de otros lugares del mundo.

Un reportaje la noche antes en el telediario, nos hizo cambiar de ruta, así que decidimos ir hasta Navajas y ver "El Salto de la Novia", que gracias a las últimas lluvias cae con toda su fuerza. Me hacía especial ilusión visitar este paraje, y por unas cosas u otras, siempre quedaba pendiente.

Es inevitable que os cuente la leyenda que envuelve a este lugar, ya sabeis que estas historietas me chiflan.
Dicen que hace muchos años, cuando dos novios se iban a casar, hacían una prueba para demostrar a los demás cuánto se querían. Antes de la ceremonia, tenían que ir a la parte estrecha del río, y la novia, tenía que dar un salto hasta la orilla opuesta, si lo lograba, al matrimonio le esperaba la felicidad en su camino juntos, si no lo lograba, se creía que el matrimonio sería desgraciado y convencidos de esto, los novios rompían su relación.

Llegó el momento en el que dos enamorados fueron a someterse a esta prueba, con toda la ilusión y convencimiento de su amor. La novia saltó, tropezó, y cayó al río. Se vió envuelta en un remolino que hizo que su novio, al verla correr peligro, se lanzara al agua para intentar salvarla, siendo también arrastrado por la corriente. Sus cuerpos aparecieron unidos, y dicen que, las noches de luna llena, el río llora, lamenta el haber acabado con la vida de aquellos amantes que tanto se querían.

Confieso que, pese a estar casada desde hace más de diez años, hice mi saltito de un trocito de río al otro, ¡con éxito!, pero no dije nada, no anuncié mi proeza, por si acaso, como salió bien, os lo cuento.

Antes de llegar a la cascada más famosa de este lugar, hay otra más pequeña que se llama la Cascada del Tío Juan. Para hacerte la foto junto a ella, casi obligatoriamente, te tienes que mojar, porque el agua lo salpica todo en sus inmediaciones. Fue muy agradable, sobre todo porque hacía bastante calor.
El río me provocaba, me daban ganas de lanzarme a sus aguas cristalinas. Siempre digo que a mí los ríos me purifican, me limpian, arrastran las impurezas del alma cuando te abrazan sus gélidas aguas, que corren sin parar, sin estancarse casi nunca, y permanecen frescas, como un soplo de aire cuando te empieza a faltar la respiración. El agua es la vida, los ríos siempre me han parecido las venas de la tierra.

La de arriba es la cascada del Tío Juan que os he comentado antes. Abajo, podeis ver la plaza del Olmo. Descubrimos este rincón de Navajas por casualidad, callejeando. Giramos una esquina, y allí estaba, grandioso, solemne, un olmo que fue plantado en 1636 y que permanece gigante, presidiendo el centro de la plaza, y aunque quizás no se aprecie bien en la foto, debo deciros que impresiona. A mi, este árbol, inevitablemente, me trae a la memoria el poema que Antonio Machado dedica precisamente a un Olmo centenario que crecía junto al Duero. Como me parece muy bonito, sobre todo las palabras de esperanza al final, lo escribo. Disfrutarlo.

POEMA A UN OLMO SECO.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

9 comentarios:

Giawulf dijo...

Qué bella historia recorre este río y qué bonito paraje! Gracias por compartirlo con nosotros. Me encanta tu blog, es interesante y enriquecedor! Un beso para los dos

David dijo...

Navajas, precioso lugar, lo descubrí con mi familia hace unos años y siempre que vamos nos sigue sorprendendiendo su verdor, sus multiples fuentes a cada rincón, el sonido del agua que tanto ehamos en falta por nuestro lares, su senda preciosa que nace junto a la presa del pantano, pasa por el salto de la novia y serpentea hasta llegar a Segorbe, su vía verde, sus casas señoriales del siglo pasado con sus bellos jardines. Y lo mejor de todo es que lo tenemos a una horita escasa de casa.
Tus fotos, Lorena, me han traído muy gratos recuerdos.

Anónimo dijo...

Lorena guapa que bien que hayas vuelto, te echaba de menos, dar un repaso por "nuestros blogs" ya no era lo mismo sin ti.
Las fotos preciosas, como todas las que haces y la leyenda también aunque con final triste.
Espero que estés bien.
Besicos.

carmen dijo...

Lorena que la de arriba soy carmen, seguro que me has conocido, pero por si acaso.

Lorena dijo...

Gia: Ha sido una sorpresa verte aquí, en este rincón del mundo. Eres bienvenida, Gia. He ojeado tu blog, pero quiero detenerme, creo que merece la pena. Te visito pronto, te mando las fotos, todo...besines!!

David: Tu visita ha sido enriquecedora, sobre todo, recordatoria. Me has hecho memoria de todo aquello que he olvidado mencionar en el post. Las casas preciosas que presiden la entrada al pueblo de Navajas, antiguas, cuidadas, impresionantes, a cual más fascinante...son un sueño. También he olvidado mencionar la vía verde que pasa por allí, vamos, que no se puede estar en todo. Te agradezco mucho el comentario, ha sido un placer y me ha encantado que me traigas a la memoria esas cosas que he omitido. Gracias David!

Anónima Carmen: La pista que me ha hecho pensar que la anónima eras tú, ha sido eso de: "Besicos". Gracias Carmen, te leo pronto. Un abrazote!!!

alicia dijo...

Qué bonito paraje! La verdad es que hay sitios bonitos por todos lados, sólo hay que concoerlos y encontrarlos. Muy bien que pegaras el salto al río, yo también lo hubiera dado, jeje. El olmo precioso. Besitos

Lorena dijo...

Alicia: Tú ahora cuídate de dar saltos locos a los ríos no sea que te resbales y nos des un susto. Cuando nazca Carmen nos escapamos un día con el tren a disfrutar de un picnic, estaría chuli, ¿eh?. Toma nota.

Alicia dijo...

Jejeje, tomo nota sí!! Me encantaría!

Lorena dijo...

Alicia: Pues eso está hecho. Es un sitio muy sano para un bebé, relajado, de muy fácil acceso y el tren te lleva hasta el mismo pueblo si no queremos coger el coche. Merece la pena y lo tengo anotado como un lugar ideal para ir con niños. Es que todos los sitios que encuentro buenos para ir con peques los anoto, ¡y ya tengo un montón de ideas de viajes para mayores y pequeños!. A ver si es verdad y lo podemos hacer. Besines!