miércoles, 20 de abril de 2011

LA AUSENCIA DE LOS AULLIDOS.


Todo comienza a la hora del ocaso. Cuando las luces del mundo van bajando su intensidad, algunos seres empiezan a prepararse para su vida nocturna. El autillo jamás falta a nuestras citas. No se deja ver, pero podemos escuchar su canto, una especie de silbido que ya nos resulta enormemente familiar. Lo imagino allá arriba, entre las ramas, cómodamente apoyado y observando atentamente cada movimiento con sus enormes ojos abiertos de par en par. Un autillo rompe el silencio de la oscuridad en el bosque, y algún otro, un poco más lejano, le responde con el mismo sonido.
En el mismo lugar, tenemos el privilegio de escuchar un ulular, estremecedor y fascinante. Es el búho real. Seguro que está escondido en el árbol más alto, y pese a que su figura es enorme, su presencia majestuosa y su canto inquietante, es complicadísimo localizarlo. Me hubiera gustado verlo desplegando sus alas al viento, agitándolas lentamente en su vuelo. Nos sentimos muy afortunados por poder disfrutar de esta música nocturna. Por desgracia, durante mucho tiempo la ignorancia acampó a sus anchas, como con tantos otros seres vivos con los que compartimos planeta, debido a la superstición popular que asocia su canto a noticias malas. Nada más lejos de la realidad, el canto de un búho real es un lujo, por muchos motivos, pero el principal es que se ha vuelto poco habitual.

Un bosque parece solitario cuando el reflejo de la luna cautiva las aguas del río, pero la realidad es que, en ese preciso instante, es cuando más late su corazón. La combinación sería perfecta, mágica y celestial, si en las montañas lejanas pudieramos ver la silueta de un lobo y escuchar sus aullidos, algo que se ha convertido en excepcional. Los lobos son el alma de los bosques. En noches así, echo de menos a Faia, mi amiga loba que me regaló momentos inolvidables en Portugal. Me gustaría que los lobos corrieran libres, sin verse perseguidos, sin que nadie rompiera de un sólo disparo sus vínculos, ni su posición en la manada. Los lobos están perfectamente estructurados y organizados, por eso, porque es un animal hermoso, necesario en la cadena de la vida, y porque quiero que puedan disfrutarlo las gentes del mañana, os adjunto una recogida de firmas si estais de acuerdo, para protegerlo en el territorio del sur del Duero.
Recogida de Firmas: Aquí.

2 comentarios:

carmen dijo...

Muy bonitas las fotos y el comentario también.
Ahora firmo, a ver si se puede hacer algo.
Besicos.

Lorena dijo...

Carmen: Muchas gracias, Carmen. Un abrazote!