jueves, 10 de marzo de 2011
HADAS.
Cuando las veo volar a mi alrededor, me hacen sentir feliz, protagonista de un cuento, visitante en un mundo mágico que se empieza a llenar de colores. Con esa variedad de tonalidades, llegan ellas, para poner la chispita. Las mariposas son las hadas de la naturaleza. Frágiles y de una belleza extraordinaria, parecen un diseño de alta costura, un dibujo del universo, un regalo para la vista.
Ahora, cuando las veo en su vuelo lento, desplegando sus alas para lucir mejor sus vestidos, me viene, sin querer que venga, un pensamiento a la cabeza, la anécdota espantosa que un día contó Aguas Vivas en su blog, cuando en su visita a San Petersburgo sacaron un centro de mesa con flores y una mariposa viva, encima, con las alas cortadas para que no pudiera volar. Una crueldad más, de tantas otras atrocidades que los seres humanos cometemos, en la falsa creencia de que somos los dueños del mundo y de que todo lo que nos rodea nos pertenece. Las mariposas son libres, deben de serlo. Son confiadas, porque se mueven con esa libertad por su casa, la naturaleza. Se acuestan en su cama, que son las flores, y en sus sueños, cuando se relajan, llega la mano despiadada de algún homo "sapiens", y las arrancan de sus sábanas de pétalos de rosa abusando de este modo de su confianza, para cortar sus alas y sacarla como un trofeo en los postres, me parece espeluznante, tal y como lo describió en su día Carmen en su blog.
Cuando cambia el tiempo y el ambiente se vuelve cálido, en esos días en los que la primavera parece haberse adelantado, el espíritu se calma, el alma respira, el presente se hace notar porque no hay nada que te induzca a no vivir el momento, llegan las mariposas a poner la guinda al pastel. Estas dos que veis en las fotos, se cruzaron en mi camino el pasado domingo, etéreas, hermosas, me permitieron disfrutar de su vuelo lento, de sus colores. No olvideis que, por ser menor en tamaño, no son menos importantes. Las hadas son mágicas, mariposas de los bosques, de los vientos, de los mares, de las cuevas, de las montañas, de los deseos y de los sueños.
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6 comentarios:
Muy bonito el comentario dedicado a las mariposas, a mi también me parecen preciosas. En cuanto a lo S. Petersburgo mejor olvidarlo.
Besicos.
Carmen: Lo de San Petersburgo me impresionó mucho y eso que no lo vi!!, un besote!
Por favor se me ha encogido el estomago de imaginarme la mariposa intentando volar sin conseguirlo, por favor!!
Bueno como dice carmen, voy a intentar olvidarlo.
Para mi las mariposas a parte de preciosas también me parecen mágicas.
Para mi tienen una simbología especial. Y incluso la utiliza como nombre de un blog con titulo portugués.
Borboleta Purpura, por el hecho de que vengan de una oruga pasen por un proceso de transformación y se conviertan en algo tan bello.
Y es que yo estoy en ese proceso...
Montse: ¡Ánimo en tu proceso!, y es cierto, lo de la anécdota de Carmen fue espeluznante. Las mariposas han de volar, libres, y como bien dices, la transformación es muy curiosa, como los cisnes, que se hacen hermosos, pues igual.
Ay, me has recordado aquel momento en la cena, la verdad es que fue espantoso ver a la mariposa con las alas cortadas. Es increible hasta donde llega la crueldad de las personas. Me encantan los geranios de la última foto! Qué bonitos los tienes!
Alicia: Son los geranios de mi suegra, que tiene buena manos para las plantas, yo con mi rosal y mi magnolio tengo suficiente.
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