martes, 6 de abril de 2010

SANTIAGO.



El peregrino más especial que me encontré en el camino.




No son todos los que estaban, habían muuuuuuuuuuchos más...




Al día siguiente, mientras desayunábamos, entendimos porque las calles de Cedeira estaban desiertas, y es que cuando se anuncia alerta naranja en un lugar como Galicia con el mar y los árboles tan cerca de las viviendas, mejor quedarse en buen refugio. Estas son las ventajas de no tener televisión, ni radio, ni periódicos, ni internet, que no te enteras de nada y la palabra "miedo" deja de existir.

Nuestro siguiente destino fue Santiago de Compostela. Me gustó, especialmente, ver la llegada de los peregrinos bajo la lluvia que caía sin tregua, algunos cojeando, casi sin fuerzas para seguir andando, pero parecía que nada les detenía y pensé en lo emocionante que debe ser llegar a esta ciudad, a la meta, tras tantos kilómetros recorridos.

Santiago de Compostela me hacía especial ilusión porque me moría de ganas por ver la catedral. Si en algún lugar el arte románico alcanza la cota máxima de su esplendor, eso debe de ser en esta impresionante obra maestra que empezó a construirse en 1705.

Llegamos, y lo primero que me llamó la atención, fue el sonido de las gaitas. Me gusta mucho la música de las gaitas, y como tengo un amigo gaitero, me trae muy buenos recuerdos de los conciertos privados que nos ha regalado en varias ocasiones.

La fachada barroca del Obradoiro me dejó perpleja, y me llevó un tiempo admirarla. Fue pensada para dar la bienvenida a los peregrinos y exaltar la memoria del apóstol. La verdad, es que me imaginaba a los maestros canteros traduciendo la espiritualidad a pesados volúmenes de piedra.

En el interior, había misa, y en mi vida he visto tanto cura junto, me daba un poco de repelús, pero aumentó mi curiosidad también, definitivamente, me separa un abismo de la vida eclesiástica.

Visita obligada es el santo. Estaba convencida de que al santo se le daba un cabezazo, y los Ardorines pusieron el grito en el cielo, a ver de dónde he sacado yo semejante idea. Diría que lo he visto en un documental, pero ante la duda, decidí hacer lo mismo que el que iba delante de mí, "casualmente", Ardorín, así que apliqué eso de "donde fueres haz lo que vieres". Ardorín le planto un beso en la melena y yo, me disponía a hacer lo mismo, cuando ni "parriba" ni "pabajo", que no llegaba a los pelos para darle el beso, así que ya un poco cardiaca y con la presión de las miradas puestas en mí, le dí un minicabezazo con beso incluido y todo, y que me perdone el santo por mi ignorancia, mi falta de estatura y sobre todas las cosas, por el cabezazo.

10 comentarios:

Aniwiki dijo...

Hola Lorena,
Recuerdo cuando fui a Galicia, y concretamente a Santiago. La catedral también me impactó mucho, la plaza y como no los peregrinos. También era año santo por aquel entonces.
Un saluwiki y me alegro que disfrutaras tanto del viaje!

Lorena dijo...

Aniwiki: Sí, hemos disfrutado mucho y nos hemos reído un montón. Me gustó mucho la catedral, es una maravilla. Un abrazote!
Mayte:Lluvia, granizo y viento, hubo de todo, pero lo pasamos genial. Un besote para tí!

Lorena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
fermin dijo...

He visto esa fachada decenas de veces, pero nunca me había fijado en la huella de la humedad en sus piedras. Bien retratada, creo.
Saludos.

Lorena dijo...

Fermín: Sí, es cierto, estaban húmedas y eso todavía le da más encanto, es una maravilla, la verdad. Un abrazo!

belén dijo...

Ainssss Lorena que te equivocaste en la fecha de la construcción de la catedral. Comenzó a hacerse en el siglo xl y se terminó en el xll.
Como se debieron de reir los ardorines eh!!! Mira que querer darle un croque al santo, si es que eres única. Tienes razón en lo de los cabezazos pero eso es a la entrada de la catedral y se dan en una piedra , de hecho ya tiene hendiduras formadas donde apoyar los dedos. Sin duda Santiago es un lugar precioso y mágico.
Me encanta la foto con el perrito peregrino.

Besos

Alicia dijo...

Jaja Lorena me he reído con lo del cabezazo al Santo, qué bueno. Me he imaginado la escena. La Catedral de Santiago debe de ser impresionante, incluso para los no creyentes. Besos y tengo que irrrrr

Lorena dijo...

Belén: Pues entonces la equivocación está en mi guía de viajes, ya decía yo que me parecía muy reciente...
Al final el santo Santiago se llevó un minicabezazo que me salió del alma y ya me ha contado una gallega que conozco que no andaba del todo desencaminada con eso de ir dando golpes a las cabezas santas...bueno, tendremos que volver a hacer bien las cosas. Besitos Belén.

Alicia: La escena fue "parriba" y "pabajo", que me lio, que no llego, a tomar por saco, golpecito...luego pensé en el drama que se hubiera montado si el santo se me cae "palante" en plena misa con cientos de curas bamboleando, mareeeeeeeeee...en fin, sí, merece la pena dejarse caer por allá arriba, así que apunta en un rinconcinto de la agenda que ¡tienes que ir!, un abrazote!

Cecilia dijo...

Yo diría que lo que hay que hacer es abrazar al santo por detrás, pero yo cuando estuve me dio vergüenza y no lo hice.

Lorena dijo...

Cecilia: Pues chica, no hay que perder experiencias nuevas, jajajajaja...me he enterado que el cabezazo se da en otro lado, no al santo, pero se da.