lunes, 12 de abril de 2010

DA GARITA DA HERBEIRA.


La garita de Herbeira se encuentra ubicada en un lugar que corta la respiración. Fue construida en el S. XVIII para la vigilancia de la costa en prevención de ataques piratas. Cuando te acercas a ella no imaginas lo que te espera detrás, un mirador desde donde se divisa un paisaje increible.

No me hubiera ido de allí. Cuando llegué, supe que pocos lugares podían superar lo que me gustó este. A 620 metros de altura sobre el mar, se encuentran los acantilados más altos de la costa de Europa. Sin duda, una obra maestra de la madre naturaleza. Un lugar de esos que te recuerdan que somos tan pequeñitos como una hormiga, un punto más en el universo.

Los acantilados se encuentran en la Sierra de A capelada, en el término municipal de Cedeira. Tuvimos la fortuna de verlos despejados de nubes y parecen un dibujo de tan perfectos, de tan bonitos, aportan cierta sensación de irrealidad, de: "pellízcame que ando flotando en un sueño".

Aunque no tengan nada que ver, las sensaciones que me invadieron, fueron semejantes a las que en su día pude sentir en lo alto del Preikestolen(Noruega), sobre el fiordo de los sueños. Estar cerca de las nubes despierta a las mariposas, que volando en mi interior por la sensación de vértigo en algún punto, me hacen sentir más viva que nunca.

No tenía mucha prisa por irme de allí. Semejante paisaje nunca cansa a la mirada. Creo que si todos los días pudiera divisar estos acantilados al amanecer y al anochecer desde mi ventana, jamás me resultarían monótonos. Claro, que si pudiera disfrutar de ellos desde una ventana, el lugar ya no sería lo que es.

3 comentarios:

Alicia dijo...

Qué bonito!!! Ya definitavemente después de todas estqas entradas que estás poniendo de Galicia tengo que ir!!! Parece preciosa!! Un besito

Ardorín dijo...

Estos acantilados son el lugar preferido de Ardorina.
Llegamos a ellos en el primer viaje a Galicia por accidente. Íbamos bordeando la costa de Este a Oeste y nos metimos por uno de esos caminos llenos de eucaliptos y cuando salimos del mismo encontramos un terreno sin vegetación y con los generadores eólicos “plantados” por todos lados.
A la altura de donde paramos con vosotros, vimos algunos coches estacionados y pensamos que habría algo por ver, así que como “turistas profesionales” cogimos la cámara y para arriba. La vista nos maravilló. Sencillamente impresionante. Y por mas buen fotógrafo que uno sea, jamas se puede transmitir lo que se siente en ese lugar viendo el paisaje: somos tan pequeños, tan insignificantes comparados con aquello que solo te queda guardar silencio, casi por respeto.
Siempre que hemos ido a Galicia, hemos vuelto a ese punto. Si no fuese así, no valdría nada ese viaje.
Nos alegramos de que te gustara tanto.

Lorena dijo...

Alicia: Tienes que ir, claro que sí, con el sueco, ¿eh?. Os gustará mucho, seguro. Aunque Asturias tampoco tiene desperdicio. Un besote guapa!
Ardorín: Pues fue un descubrimiento genial. ¡Y las cosas que nos dejamos!, todo porque no me leí la guía de viajes a tiempo. El sitio no tiene desperdicio, ese fue el día que más me gustó, te diría que más que la Fraga y todo, así que mira si me caló hondo. MUA!