viernes, 9 de abril de 2010

ARZUA.


Arzua me recordó un poco a los pequeños pueblos ingleses que tuve la suerte de visitar recientemente. No sé si será por el verde manto que cubre el suelo, o simplemente, porque inevitablemente, la mente realiza conexiones con otros lugares que quizás no tengan nada en común pero de alguna manera asociamos. Vemos un paisaje y nos traslada a otro en el recuerdo. Es algo parecido a los olores y sabores, también nos permiten viajar en el tiempo y el espacio. Con deciros que Ponferrada me recordaba a Reykavick...¡casi ná!.

Robles. Un precioso camino de robles fue uno de los motivos que nos llevaron hasta esta pequeña aldea. Ardorina tiene especial predilección por este paseo, así que aprovechamos para recorrer el sendero y también para comprar unos licores caseros que prepara un señor que regenta un pequeño y precioso hotel rural en este rincón gallego.

Intenté concentrarme en los sonidos de la naturaleza y cogí energía de los robles, los árboles son auténticos campos magnéticos. Deliciosas las sensaciones cuando nos aportan paz, serenidad y calma al espíritu. Además, si las vives intensamente, siendo consciente del momento presente, luego resulta muy sencillo regresar mentalmente a los lugares que nos transmiten buenas vibraciones.

La visita a Arzua la bordó la puesta de sol, preciosa, mágica en realidad, como el lugar. Y así, seguimos nuestro camino, repleta de poemas en mi interior, palabras que brotaban y deseaban ser plasmadas en papel, lástima que no las hice caso.

7 comentarios:

Alejandra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alejandra dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alejandra dijo...

Una de las que fotos que más gusta es la segunda por algo la tengo en mi blog, pero la tercera da que pensar;¿qué camino tomar de los dos?...

Lorena dijo...

Alejandra: Dormida del todo. Me ha llegado tú comentario cinco veces en dos post distintos al correo electrónico, jajajajaja. Si, esa foto tiene su gracia, yo escogeria el que no está asfaltado. ¡Despierta guapa!

fermin dijo...

Que bellos son los parajes del norte. Si algo añoro de mi "tierruca" son los verdes, sobre todo los otoñales. Aunque no se si ahora seria capaz de prescindir de la luz mediterránea. ¿Es posible tener dos amores a la vez?
Abrazo, "suertuda".

belén dijo...

Hola Lorena, que puesta de sol más preciosa, me cautivan al igual que el arco iris y las olas del mar. Que decir del sendero lleno de robles, no me extraña que Ardorina tenga predilección por él. Yo también creo que los árboles nos cargan de energía positiva, así que ese día debísteis de quedar bien recargados, mejor que con pilas Duracell. En cuanto a qué camino escoger yo lo tengo muy claro, disiento y escojo el asfaltado, es que como aquí llueve tanto estoy cansada de llenarme los pies de barro.

BESOS, BESOS ,BESOS.

PD: Estamos teniendo unos días estupendos de sol, ya era hora.

Lorena dijo...

Fermín: ¡No sabía que eres gallego!, pues la verdad es que creo que esos dos amores que tienes son totalmente compatibles y sanos, así que a disfrutarlos!. Preciosa tierra esta tuya.
Belén:Vaya, regresamos nosotros y sale el sol, jajajaja. Bueno, es cierto que si hay mucho barro mejor el asfaltado,pero aún así creo que con unas buenas botas de agua, merece la pena el de tierra. Los primeros días en Galicia estuve "flojita", creo que esos cambios de temperatura me daban dolor de cabeza, el viento sobre todo y precisamente el día de Arzua era el que peor me encontraba. Aún así, mereció la pena. Besitos Belén.