El colegio del que os hablé ayer, se encuentra en un lugar rodeado de naturaleza. Para llegar hasta allí, pasamos por caminos de tierra presididos en sus márgenes por árboles centenarios, impresionantemente grandes.
Arriba, podeis ver una casa de estilo Tudor, un estilo inglés muy utilizado a principios del Siglo XX, aunque viene de la época de los Tudor, allá por el siglo XVI.
En los bosques ingleses, jardines, ciudades, se suelen ver bancos de madera para sentarse, y en muchos de ellos, se pueden leer en una placa unas letras grabadas como homenaje a alguien que murió y que tenía especial predilección por el sitio donde se ha ubicado el banco. Me entretenía muchísimo leer las dedicatorias,de todo tipo. Abajo,podeis ver la que le hicieron a un señor a quien le encantaba admirar las vistas que veis en la foto de arriba(detrás de mi).
Abajo, la torre que construyó en su día un astrónomo aficionado.
Fuimos a un bosque donde hay unas vacas que están empezando a recuperar y que son negras y blancas, pero parecen pintadas, sólo tienen blanco el centro del cuerpo. Eran enormes, como un toro, aunque en la foto no se aprecia, y nos tomamos nuestro tiempo para acercarnos, pasito a pasito y estudiando la posibilidad de salir corriendo y trepar un árbol. Menos mal que al final se portaron bien, y abajo podeis ver una de las fotos que hizo mi primo.
Nieves paró el coche en una iglesia, la de San Pedro, para enseñarnos un tejo que era más que centenario. El cementerio, pegado a la fachada de la iglesia supongo que para estar más cerca de Dios, ya tenía sus años, muchas de las inscripciones de las lápidas no se podían leer.
Como podeis ver en las fotos de abajo, el tamaño del tronco es tan ancho que no se puede rodear con los brazos.
Puede que no os parezca bonito un cementerio, pero debo decir que estos tan antiguos que se encuentran situados junto a extensiones de monte verde, en bosques o en parques, tienen mucho encanto, al menos para mí.
Por último, os dejo la foto de un emocionado Pedro disfrutando de la belleza del tejo gigante, ¡se tomó su tiempo!.
10 comentarios:
Buenos días. Acabo de coger prestada la foto del Tejo para enseñársela a un paisano y amigo enamorado de este árbol.Espero que no te moleste. El se dedica a cultivarlos y replantarlos en sus parajes favoritos. También tiene la costumbre de regalarlos a los amigos. Se que va a disfrutar de ese tremendo ejemplar.
Un beso, Lorena
Fermin: Fermin, no hay problema, claro que puedes hacérsela llegar a tu amigo, y ¡que no se pierda el post de mañana!, si le gustan los tejos, ¡ALUCINARÁ!. Besines!!
Hola Lorena, Fermín me trajo hasta aquí, me ha encantado tu blog, los tejos son mi pasión, estoy espctante por lo que ocurra mañana.
Saludos.
El tejon: ¡Bienvenido!, pues si, ya verás que sitio de ensueño visitamos, pero eso será mañana, vas a disfrutar, y si quieres fotos sin reducir con toda la calidad, me lo dices porque tengo muchas y te puedo ir enviando. De momento, como dice el refran, mañana será otro día. Mil gracias por la visita.
Qué bonitas excursiones y es verdad que por ahí está todo muy verde. Me alegra que lo pasárais tan bien.
Saluwikis de agosto
Aniwiki: ¡Hola guapa!, saludiwikis y a ver si me dejo caer por tu blog que llevo mucho retraso con todas. Poco a poco. Besiwikis!!
A mi los cementerios no me gustaban hasta que vine a Suecia, porque aquí parecen parques y están muy integrados con la naturaleza. A mi me parecen preciosos si son como los de tus fotos. El de Castellón, por ejemplo, sí que me da miedo. Besitos
Pd: Qué viaje más bonito!
Alicia: El de Castellón da miedo a cualquiera, jajajaja, pero si es cierto que por allá arriba son parques preciosos y te hacen ver las cosas de un modo menos dramático. Besines!!
Qué paisajes tan bonito, me parece muy idílico!! Dan ganas de tirarse al suelo y rodar por la hierba.
Me encantaría que me enterraran en un cementerio así pero me parece que me tocará el de Castellón y este, como decís, si que da miedo.
El pueblo es de cuento, me encanta!!
bessis
Paulitta: Es el sitio que inspiró a Jane Austen, así que tiene que ser idílico para inspirar esas novelas tan románticas, y es verdad, en un sitio así no dan miedo ni los cementerios. Besines!
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